Los riesgos para la salud de tomar agua con limón todos los días
¿No es agradable comenzar el día con un simple gesto como un vaso de agua tibia con limón? Este hábito se ha vuelto común en muchos hogares, ya que se espera que los supuestos beneficios de esta bebida tengan un impacto positivo en la salud.
Después de la pandemia, un 79% de la población, también en España según un estudio de Essencials, ha empezado a cuidar más su salud, lo que incluye la adopción de pequeñas prácticas que marquen la diferencia.
No obstante, no hay evidencia científica que respalde todas las virtudes atribuidas a esta sencilla combinación, más allá de ayudar a aumentar la ingesta de agua cuando nos cansamos de su sabor neutro o como una alternativa a otras bebidas.
En principio, consumir un vaso de agua con limón al día no conllevaría ningún riesgo, pero abusar de esta bebida, como en dietas detox u otros casos, podría ser perjudicial.
Se ha hablado mucho sobre lo que esta bebida puede aportar al cuerpo, en gran parte debido a las propiedades del limón, que es rico en vitamina C (un antioxidante) y potasio, así como otras vitaminas y minerales en menor cantidad.
Se afirma que esta bebida tiene propiedades desintoxicantes, fortalece el sistema inmunológico, mejora la piel, promueve la circulación sanguínea, regula el equilibrio de pH en el cuerpo, reduce la respuesta glucémica, aporta fibra y ayuda en la pérdida de peso.
Algunos de estos efectos son más certeros que otros (por ejemplo, no aporta tanta fibra como se cree, ya que se elimina la pulpa al exprimirlo), pero sin duda, su mayor beneficio es su capacidad para hidratar.
En realidad, se dice que ayuda a limpiar el hígado y mejorar su funcionamiento, pero esto se logra principalmente con el agua que se consume por la mañana, sin evidencia sólida de que el limón contribuya a este proceso. Beber agua por la mañana es beneficioso para el organismo al permitir que realice sus funciones correctamente después del descanso nocturno, cuando el cuerpo se regenera.
En resumen, cuando se consume con moderación o de forma ocasional, esta bebida no debería tener efectos negativos, aunque no se deben esperar milagros. No obstante, su consumo excesivo conlleva ciertas contraindicaciones que es importante conocer.
Uno de los efectos negativos más conocidos es el daño que puede causar a los dientes debido a la acidez del limón, por lo que a menudo se recomienda utilizar una pajita para beberla. A nivel digestivo, el limón puede activar la pepsina, una enzima estomacal que puede provocar acidez, ardor y úlceras.
En cuanto a su aporte de vitamina C, es cierto que puede fortalecer el sistema inmunológico, con menos calorías y azúcares que otras frutas. Sin embargo, un exceso de vitamina C puede causar náuseas y vómitos al intentar eliminar el exceso. Además, es importante tener en cuenta que un exceso de vitamina C puede interferir en la absorción de hierro.
Además, hay situaciones en las que se debe evitar su consumo, como en casos de migrañas (ya que el limón es uno de los desencadenantes), úlceras o gastritis, así como en presencia de llagas en la boca o sensibilidad dental. No se recomienda en personas con enfermedades reumáticas, artríticas u osteoporosis. Por lo tanto, antes de incorporarlo a tu rutina diaria, es aconsejable consultar a un médico o experto.
Después de la pandemia, un 79% de la población, también en España según un estudio de Essencials, ha empezado a cuidar más su salud, lo que incluye la adopción de pequeñas prácticas que marquen la diferencia.
No obstante, no hay evidencia científica que respalde todas las virtudes atribuidas a esta sencilla combinación, más allá de ayudar a aumentar la ingesta de agua cuando nos cansamos de su sabor neutro o como una alternativa a otras bebidas.
En principio, consumir un vaso de agua con limón al día no conllevaría ningún riesgo, pero abusar de esta bebida, como en dietas detox u otros casos, podría ser perjudicial.
Se ha hablado mucho sobre lo que esta bebida puede aportar al cuerpo, en gran parte debido a las propiedades del limón, que es rico en vitamina C (un antioxidante) y potasio, así como otras vitaminas y minerales en menor cantidad.
Se afirma que esta bebida tiene propiedades desintoxicantes, fortalece el sistema inmunológico, mejora la piel, promueve la circulación sanguínea, regula el equilibrio de pH en el cuerpo, reduce la respuesta glucémica, aporta fibra y ayuda en la pérdida de peso.
Algunos de estos efectos son más certeros que otros (por ejemplo, no aporta tanta fibra como se cree, ya que se elimina la pulpa al exprimirlo), pero sin duda, su mayor beneficio es su capacidad para hidratar.
En realidad, se dice que ayuda a limpiar el hígado y mejorar su funcionamiento, pero esto se logra principalmente con el agua que se consume por la mañana, sin evidencia sólida de que el limón contribuya a este proceso. Beber agua por la mañana es beneficioso para el organismo al permitir que realice sus funciones correctamente después del descanso nocturno, cuando el cuerpo se regenera.
En resumen, cuando se consume con moderación o de forma ocasional, esta bebida no debería tener efectos negativos, aunque no se deben esperar milagros. No obstante, su consumo excesivo conlleva ciertas contraindicaciones que es importante conocer.
Uno de los efectos negativos más conocidos es el daño que puede causar a los dientes debido a la acidez del limón, por lo que a menudo se recomienda utilizar una pajita para beberla. A nivel digestivo, el limón puede activar la pepsina, una enzima estomacal que puede provocar acidez, ardor y úlceras.
En cuanto a su aporte de vitamina C, es cierto que puede fortalecer el sistema inmunológico, con menos calorías y azúcares que otras frutas. Sin embargo, un exceso de vitamina C puede causar náuseas y vómitos al intentar eliminar el exceso. Además, es importante tener en cuenta que un exceso de vitamina C puede interferir en la absorción de hierro.
Además, hay situaciones en las que se debe evitar su consumo, como en casos de migrañas (ya que el limón es uno de los desencadenantes), úlceras o gastritis, así como en presencia de llagas en la boca o sensibilidad dental. No se recomienda en personas con enfermedades reumáticas, artríticas u osteoporosis. Por lo tanto, antes de incorporarlo a tu rutina diaria, es aconsejable consultar a un médico o experto.
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