A un paso del fármaco eficaz contra la esclerosis lateral amiotrófica

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La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad degenerativa ocasionada por la muerte de las neuronas motoras, cuyo trabajo consiste en llevar los impulsos nerviosos del cerebro y la médula espinal a los músculos voluntarios del organismo.

Una enfermedad de la que cada año se diagnostican en torno a 900 nuevos casos en nuestro país y para la que no existe cura. De hecho, ni siquiera hay un tratamiento para frenar su progresión, lo que provoca que la esperanza de vida media de los pacientes no exceda, aún a día de hoy, de los tres años.

Y en este contexto, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (EE.UU.) podrían haber hallado un fármaco eficaz frente a una de las formas hereditarias de la ELA. De hecho, y si bien esta eficacia solo se ha demostrado por ahora en modelos animales, ya han completado el primer ensayo clínico con humanos y el fármaco es seguro.

"Los efectos observados en los trabajos con ratas y ratones, alcanzados tras la administración de tan solo una o dos dosis, han sido impresionantes. Y si bien es cierto que todavía no sabemos si el fármaco funciona en humanos, tenemos muchas esperanzas en que sea así. Ya hemos completado la primera fase de evaluación de la seguridad, y ahora estamos trabajando para encontrar la dosis correcta", señaló Timothy Miller, director de esta investigación.

En torno a un 20% de los casos de ELA están causados por la presencia de una mutación en el gen responsable de la expresión de la proteína superóxido dismutasa 1 (SOD1). Y es que como consecuencia de esta mutación, esta enzima SOD1 se vuelve hiperactiva, lo que parece tener consecuencias fatales para las motoneuronas.

Las instrucciones para construir una proteína, caso de la enzima SOD1, se encuentran codificadas en los genes –o lo que es lo mismo, en el ADN–. Así, y para producir una proteína, las instrucciones contenidas en el ADN deben primero copiarse en un ARN mensajero (ARNm), que actúa como molde a partir del cual se sintetizará la proteína.

Los autores han evaluado la eficacia de dos de estos oligonucleótidos antisentido en modelos animales –ratones– a los que previamente habían manipulado genéticamente para que portaran la mutación SOD1 que causa la ELA en los humanos. En consecuencia, y cumplidos varios meses de edad, los animales manifestaban algunos de los síntomas de la enfermedad.

Los autores comprobaron que, comparados frente a los que recibieron placebo, los animales tratados con el fármaco experimental mantuvieron un peso normal durante 26 días adicionales y vivieron hasta 37 días más. Un resultado que puede no parecer no demasiado impresionante pero que supone incrementar en hasta un 22% la esperanza de vida de estos roedores.

El fármaco logró revertir algunos de los signos de daño neuromuscular en los animales. Cumplida la novena semana de vida, los ratones portadores de la mutación en el gen SOD1 ya mostraban signos de deterioro de su función muscular. Así que lo que hicieron los autores fue administrar el tratamiento –o placebo– alcanzada esta novena semana.

Los tratados con los oligonucleótidos antisentido experimentaron una mejora de su función muscular durante los siguientes dos meses. No así sus homónimos que recibieron placebo, cuya degeneración muscular continuó de forma inexorable. Además, el fármaco fue capaz de frenar el daño neurológico en los animales.

"Este ensayo clínico en fase I/II es en realidad un estudio de seguridad. No tiene una muestra de pacientes suficiente para ver un efecto sobre la enfermedad. Pero estamos a punto de probar la hipótesis de que las personas con ELA causada por mutaciones en SOD1 pueden beneficiarse de este tratamiento. Podemos predecir que el efecto será positivo, pero no podemos saberlo hasta que los evaluemos", indicó.