Las alergias más comunes en verano y sus síntomas
Las alergias son uno de los problemas que más se asocia a la primavera por el aumento del polen. Sin embargo, durante los meses de verano también se dan otro tipo de alergias en relación al ocio y a las actividades al aire libre que no deben olvidarse.
Por ejemplo, el cloro de la piscinas o la exposición al sol así como los horribles mosquitos hacen que aparezca alguna que otra alergia.
La primera de ellas es la alergia al sol. Que se presenta como una erupción cutánea en forma de ronchas o sarpullidos que aparecen tras la exposición al sol. Por lo general, la alergia al sol más común es la erupción polimorfa lumínica.
Esta afección se puede identificar si tras una exposición solar se notan alguno de los siguientes síntomas:
También está la alergia al cloro de la piscina. Se trata de una sustancia química que se emplea en las piscinas para mantener el agua en perfecto estado, desinfectando y mejorando la calidad del agua al eliminar hongos, bacterias y otros microorganismos.
Aunque este componente puede causar reacción en la piel por sí solo, al igual que otras sustancias químicas, lo cierto es que la alergia al cloro de la piscina se da más en relación a las personas que tienen dermatitis, que pueden ver agravados sus síntomas.
Las picaduras de insectos es otro de las alergias del verano ya que el número de picaduras aumenta debido a que las altas temperaturas y la humedad son la combinación perfecta para la proliferación de estos bichos. "Todos los insectos que pican pueden provocar reacciones alérgicas", según explican desde Quirón Salud, aunque los más frecuentes son las avispas y las abejas, así como los mosquitos, las pulgas o las arañas, entre otros.
Estos son algunos de los síntomas que puede provocar la reacción alérgica a una picadura de insecto, según la Clínica de la Universidad de Navarra:
Desde la sandía y el melón hasta los higos, las ciruelas, los melocotones o las paraguayas son algunos de esos frutos típicos del verano y que pueden causar alergia a ciertas personas, produciéndose síntomas como los siguientes, según Mayo Clinic:
Por ejemplo, el cloro de la piscinas o la exposición al sol así como los horribles mosquitos hacen que aparezca alguna que otra alergia.
La primera de ellas es la alergia al sol. Que se presenta como una erupción cutánea en forma de ronchas o sarpullidos que aparecen tras la exposición al sol. Por lo general, la alergia al sol más común es la erupción polimorfa lumínica.
Esta afección se puede identificar si tras una exposición solar se notan alguno de los siguientes síntomas:
Enrojecimiento
Picazón o dolor
Pequeños bultos que pueden convertirse en manchas elevadas
Descamación, costras o sangrado
Ampollas o ronchas
También está la alergia al cloro de la piscina. Se trata de una sustancia química que se emplea en las piscinas para mantener el agua en perfecto estado, desinfectando y mejorando la calidad del agua al eliminar hongos, bacterias y otros microorganismos.
Aunque este componente puede causar reacción en la piel por sí solo, al igual que otras sustancias químicas, lo cierto es que la alergia al cloro de la piscina se da más en relación a las personas que tienen dermatitis, que pueden ver agravados sus síntomas.
Las picaduras de insectos es otro de las alergias del verano ya que el número de picaduras aumenta debido a que las altas temperaturas y la humedad son la combinación perfecta para la proliferación de estos bichos. "Todos los insectos que pican pueden provocar reacciones alérgicas", según explican desde Quirón Salud, aunque los más frecuentes son las avispas y las abejas, así como los mosquitos, las pulgas o las arañas, entre otros.
Estos son algunos de los síntomas que puede provocar la reacción alérgica a una picadura de insecto, según la Clínica de la Universidad de Navarra:
Inflamatoria local
Picazón, escozor, ardor o dolor en la zona de la picadura
Afectación de las dos articulaciones contiguas
Hinchazón de la extremidad
Desde la sandía y el melón hasta los higos, las ciruelas, los melocotones o las paraguayas son algunos de esos frutos típicos del verano y que pueden causar alergia a ciertas personas, produciéndose síntomas como los siguientes, según Mayo Clinic:
Hormigueo o picazón en la boca
Urticaria, picazón o eccema
Hinchazón en los labios, la cara, la lengua y la garganta u otras partes del cuerpo
Silbido al respirar, congestión nasal o dificultad para respirar
Dolor abdominal, diarrea, náuseas o vómitos
Mareos, aturdimiento o desmayos
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