Evitar los infartos con una dieta que incluya cuatro tazas de café

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Cada vez es mayor el número de estudios que constatan los beneficios del consumo del café y la cafeína para la salud humana. Es el caso, entre otros, de un efecto curador del hígado graso y de un efecto protector frente a la diabetes tipo 2, la esclerosis múltiple, el cáncer colorrectal y la enfermedad de Parkinson.

Sin embargo, las bondades de la cafeína no acaban aquí. También ayuda a prevenir las enfermedades más letales en todo el planeta, esto es, las patologías cardiovasculares, responsables de hasta 17,7 millones de decesos globales solo en 2015. Y ahora, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf (Alemania) han descubierto el porqué de esta protección cardiovascular de la cafeína y, lo que es más importante, la ‘dosis’ diaria necesaria para lograr este beneficio.

"Nuestros hallazgos muestra un nuevo mecanismo de acción de la cafeína. Un mecanismo que lo que hace es promover la protección y reparación del músculo cardiaco a través de la acción de la proteína mitocondrial p27", comentó Judith Haendeler, directora de esta investigación.

Si bien el café era considerado en el pasado como nocivo para la salud, los estudios han demostrado que su consumo es beneficioso. Pero lo que no han mostrado es la razón por la que se explica este beneficio. Tampoco en el caso de las enfermedades cardiovasculares. Así que los autores del nuevo estudio llevan años investigando el efecto del café sobre el sistema cardiovascular.

Una labor que, entre otros logros, ha permitido identificar la concentración necesaria para que la cafeína tenga un efecto fisiológicamente relevante sobre la función de las células endoteliales, esto es, las células que recubren en interior de los vasos sanguíneos. 

El nuevo estudio muestra que las mitocondrias de los principales tipos de células cardiacas contienen p27, proteína bien conocida por inhibir el ciclo celular y, por ende, por su papel como supresor de tumores. Y asimismo, que esta p27 mitocondrial promueve la migración de las células endoteliales, evita la muerte de las células del músculo cardiaco e induce la conversión de los fibroblastos en células ricas en fibras contráctiles.

Los resultados alcanzados con modelos animales prediabéticos, obesos y añosos confirmaron este efecto protector de la cafeína frente al daño cardiaco. Pero para ello, la dosis de esta cafeína tenía que ser, una vez más, la equivalente a la contenida en cuatro tazas de café. 

"Nuestros resultados podrían dar lugar al desarrollo de mejores estrategias para prevenir el daño del músculo cardiaco, incluida la consideración del consumo de café o de cafeína como un factor dietético adicional en la población mayor", comentó. 

"La potenciación de la proteína p27 mitocondrial podría constituir una estrategia terapéutica no solo para el abordaje de las enfermedades cardiovasculares, sino para la mejora de la salud en general", concluyeron.