El colesterol tiene un papel importante en la salud del cerebro. (Foto:envato)

La estrecha relación entre los diferentes tipos de colesterol y el Alzheimer

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El colesterol bueno es un potente aliado contra enfermedades cardíacas. Pese a ello, un nuevo estudio sugiere también que este puede desempeñar un papel importante en la salud del cerebro al reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer.

El colesterol es una sustancia cerosa, parecida a la grasa, presente en todas las células y los tejidos del cuerpo humano y es necesaria para el normal funcionamiento del organismo.

Esta funge como materia prima para las membranas (paredes) celulares y para la síntesis de hormonas como por ejemplo los estrógenos y andrógenos. El cuerpo necesita algo de colesterol para funcionar bien, pero tener demasiado colesterol en la sangre aumenta el riesgo de enfermedad de las arterias coronarias.

Cabe recordar que el colesterol se divide en dos tipos. Por un lado, el colesterol HDL y por otro, el colesterol LDL. Se trata de dos tipos de lipoproteínas, una combinación de grasas (lípidos) y proteína.

En este aspecto, el HDL y el LDL tienen diferentes funciones:

  • Colesterol HDL significa lipoproteínas de alta densidad en inglés. A veces se le llama "colesterol bueno" porque transporta el colesterol de otras partes de su cuerpo a su hígado. Su hígado luego elimina el colesterol de su cuerpo.

  • Colesterol LDL significa lipoproteínas de baja densidad en inglés. En ocasiones se le llama "colesterol malo" porque un nivel alto de LDL lleva a una acumulación de colesterol en las arterias.


Ahora, el estudio publicado en Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association detalla haber tomado muestras de líquido cefalorraquídeo de personas de 60 años o más y medido la cantidad de pequeñas partículas de HDL en cada muestra. 

“Las personas con mayores niveles de partículas pequeñas de HDL en el cerebro obtuvieron mejores resultados en las pruebas cognitivas y tenían menos placas de amiloide”, señaló el doctor Hussein Yassine, encargado del estudio".

También indicaron que el vínculo fue todavía más fuerte en personas sin deterioro cognitivo, aunque el efecto fue menor una vez que las personas desarrollaron deterioro cognitivo.

Otro de los indicadores asociados al "colesterol bueno” fueron los niveles más altos de un péptido en particular, el amiloide beta 42, en su líquido cefalorraquídeo. Si bien esta proteína es una señal de advertencia clave para la aparición del Alzheimer cuando se pliega incorrectamente en el cerebro, tener beta amiloide saludable sí protege a los adultos mayores de la enfermedad.

“Ahora que tenemos un buen objetivo para monitorear y podremos encontrar qué intervenciones (dieta, ejercicio y medicamentos) aumentan el HDL con la esperanza de que esto se traduzca en la protección de nuestros cerebros gracias al colesterol bueno”, indicó.

“Este estudio nos dice que debemos estar atentos a la historia del metabolismo de las grasas en el cerebro”, añadió el doctor Paul E. Schulz, neurólogo de UTHealth Houston y del Centro Médico Memorial Hermann-Texas. “A medida que descubramos más compuestos que tienen un efecto positivo, podremos reducir significativamente el riesgo de la enfermedad de Alzheimer”.

“Si pudiéramos aumentar la actividad de los ‘buenos portadores de grasas’, como HDL, y disminuir la actividad de los ‘malos’ se podría producir una mejor salud cerebral y protección contra la enfermedad de Alzheimer”.
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