¿Curar la leucemia matando las células madre de estrés?

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La transformación de una célula sana en cancerígena tiene efectos negativos no solo para el organismo, sino para la propia célula. Y es que la adquisición de esta malignidad conlleva un gran estrés para la célula, que debe hacer uso de grandes cantidades de energía para cumplir su misión, que no es otra que multiplicarse de forma descontrolada. 

De hecho, es tal el requerimiento energético que puede acabar con la vida de la propia célula. Así sucede, por ejemplo, en las células madre de la leucemia mieloide aguda (LMA). Sin embargo, estas células madre cuentan con un mecanismo denominado mitofagia que, cual ejercicios de yoga, les permite combatir el estrés. 

Pues que las células madre de la LMA, totalmente estresadas, mueren, con lo que se curaría la enfermedad. Y ahora, investigadores del Centro Oncológico de la Universidad de Colorado en Denver (EE.UU.) han hallado como lograrlo.

"El tratamiento convencional de la LMA ha permanecido invariable desde la década de los 60. Sin embargo, nuestro trabajo, así como el concepto de actuar de forma dirigida sobre las células madre de la leucemia en general, podría ofrecernos nuevos tratamientos para este tipo de leucemia, el más común en los adultos", indicó Craig T. Jordan, director de esta investigación.

La LMA es un tipo de cáncer de la sangre que, causado por una maduración incorrecta de las células madre de la médula ósea que dan lugar a los glóbulos blancos representa hasta un 40% de todos los casos de leucemia que se producen en el mundo occidental.

Un tipo de leucemia que, prácticamente exclusivo de los adultos, resulta mortal a los cinco años del diagnóstico en hasta un 90% de los mayores de 65 años. Y es que si bien la quimioterapia inicial es eficaz para erradicar la enfermedad, la LMA vuelve a aparecer en hasta dos terceras partes de los casos, por lo general con un pronóstico fatal.
 
Pero, ¿por qué vuelve a aparecer? Porque los fármacos quimioterápicos ya disponibles, si bien suelen ser muy eficaces a la hora de destruir a las células malignas –y por tanto, de  curar la enfermedad–, no son capaces de eliminar a las células madre de la LMA, células capaces de resistir al tratamiento y que, una vez concluida la terapia, salen de los reservorios en los que permanecían ocultos para reproducirse de forma incontrolada. 

Para cumplir con su misión, las células madre de la LMA tienen que sobreexplotar a sus mitocondrias, esto es, los orgánulos celulares responsables de la producción de energía que requieren las células. De hecho, no son las células madre las que se estresan, sino sus mitocondrias, que se ven tan sumamente exigidas que suelen acabar dañadas. Y una mitocondria dañada y, por tanto, disfuncional, es muy peligrosa para la célula. 

"En algunas situaciones, las mitocondrias deben ser destruidas. En realidad, es la mitocondria la que dice necesito comerme a mí misma. Y Por lo general, la razón por la que necesitan autofagocitarse es porque están dañadas", señaló Craig Jordan.

"Las células madre de la leucemia requieren AMPK para su supervivencia, pero las células hematopoyéticas normales pueden sobrevivir sin esta enzima. La razón por la que nuestro trabajo es tan importante es que hasta ahora nadie había encontrado una manera eficaz de eliminar las células madre de la leucemia sin afectar a las células normales que forman la sangre. Si somos capaces de trasladar este concepto a los pacientes, el potencial para mejorar el tratamiento sería ciertamente interesante", señaló.