Identificaron diez subtipos distintos de neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra. (Foto: Envato)

¿Cuál es el origen de la enfermedad de Parkinson?

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La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva. La enfermedad se caracteriza por la pérdida o degeneración de neuronas en la sustancia negra, una estructura situada en la parte media del cerebro.

Dar con la tecla sobre qué neuronas son las que se pierden antes, es un trayecto fascinante y enigmático a partes iguales. Es por ello que los científicos se han querido centrar en conocer los detalles más desconocidos de esta dolencia. 

Por eso, investigadores de todo el mundo trabajan para acabar con unas patologías dramáticas para quienes las sufren y para su entorno, como el equipo de neurología del Instituto Broad del MIT y Harvard de los Estados Unidos y el laboratorio de neurobiología molecular en el Instituto Karolinska de Suecia.

Los expertos se encargaron de dar nuevas pistas sobre el desencadenante de la enfermedad del Parkinson y permitiría abrir el foco para identificar nuevas dianas terapéuticas para combatirlo. 

Los neurólogos sugieren que el origen de los síntomas del Parkinson –movimientos lentos, temblores, rigidez y alteración del equilibrio y de la coordinación– estaría en la muerte prematura de un subconjunto particular de neuronas que se transmiten mediante la dopamina y no a cualquier población de células nerviosas. Sabiendo esto, dicen los autores del estudio, se pueden explorar terapias celulares sustitutivas más específicas o revisar y mejorar tratamientos farmacológicos.

La dopamina es el neurotransmisor más importante del sistema nervioso porque regula funciones como el control motor, el aprendizaje y la emotividad. Desde hace tiempo se sabe que la enfermedad del Parkinson se vincula a la pérdida de las células nerviosas que utilizan la dopamina para transmitirse, las neuronas dopaminérgicas.

Estas células se encuentran en la sustancia negra pars compacta, una estructura situada al mesencéfalo que recibe este nombre por un pigmento que tiñe los neurocitos. “Estas neuronas se distinguen del resto a nivel macroscópico porque son más oscuras por la presencia de neuromelanina.

Son muy visuales y cuando la persona tiene Parkinson, pierden el color porque han degenerado y han acabado muriendo”, resume al ARA el investigador del Hospital Clínic en trastornos neurodegenerativos del movimiento Mario Ezquerra, desvinculado del proyecto. 

“Este es un gran paso para nuestro laboratorio y para el campo. Demuestra que podemos visualizar firmas de enfermedades dentro de las neuronas de cerebros humanos post mórtem, y que estas firmas pueden dirigirnos a hipótesis interpretables y procesables sobre la enfermedad de Parkinson”, explicó Evan Macosko, miembro del instituto en el Centro Stanley para la Investigación Psiquiátrica en el Instituto Broad del MIT y Harvard y psiquiatra en el Hospital General de Massachusetts, en declaraciones al centro de investigación.
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