Cómo combatir el insomnio y poder descansar a pierna suelta. (Foto: Envato)

Cómo combatir el insomnio y acabar con los problemas para dormir

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¿Qué es bueno para el insomnio? El insomnio es la falta de capacidad de una persona para conciliar el sueño y permanecer horas dormido. En la actualidad, cada vez son más las personas que sufren de este problema. Ya sea por problemas de estrés, económicos, laborales o sentimentales, el número de personas afectas por el insomnio cada vez es mayor. 

Hay que saber diferenciar entre los tipos de insomnio. Por ejemplo, existe el  insomnio transitorio (si se produce durante un corto periodo de tiempo menor a tres meses) o insomnio crónico (cuando dura a lo largo de temporadas) o insomnio de inicio (problemas para iniciar el sueño en menos de 30 minutos) o insomnio de mantenimiento (que se centraría en problemas para mantenerse dormido). 

¿Cuáles son las causas del insomnio?

Cabe recordar que no hay un análisis que determine porqué llega el insomnio. Existen miles de factores médicos, psicológicos y personales que pueden conllevar a ello. Por ejemplo, entre las causas médicas se encuentran las enfermedades del sueño, los trastornos psiquiátricos, las enfermedades metabólicas y hormonales, neurológicas, reumatológicas, digestivas, cardiovasculares... Aquí también enra el embarazo y la menopausia. 

También hay causas externas, como por ejemplo, los factores ambientes que influyen de modo negativo en la forma de conciliar el sueño. También los malos hábitos así como el consumo de sustancias y medicamentos pueden incrementar estos problemas.

Síntomas del insomnio

El gran problema que produce el insomnio es la dificultad para quedarse dormido o mantenerse dormido, por lo que llega a afectar a nuestra vida por extremo cansancio. En la actualidad hay tres síntomas frecuentes:

El primero de ellos se centra en la dificultad de conciliar el sueño, es decir, tirarse en la cama dando vueltas y vueltas para poder conciliar el sueño.

El segundo es despertarse con frecuencia.

El tercero es despertarse demasiado pronto por la mañana sintiéndose cansado y por tanto también irritabilidad. 

Problemas del insomnio

Además de no dormir, el insomnio ocasiona la falta notable de sueño, por lo que afecta al día a día de aquellas personas que lo padecen. No dormir, dormir mal o dormir poco generar un sinfín de problemas y consecuencias que afectan al rendimiento físico y mental. 


Entre esos problemas, puede generarse agotamiento y malestar general, angustia, depresión, cambios de humor, falta de atención, deterioro de la capacidad motora, afección de la memoria, posibilidad de desarrollo de cambios sensoriales y deterioro de la funciones cerebrales. Todo ello problema un problema grave que llega a afectar a las tareas diarias y por tanto a la calidad de vida y salud. 

¿Cómo combatir el insomnio?

Aquellos que sufran de insomnio pueden llevar a cabo una serie de consejos para combatirlo. 

En primer lugar hay que llevar un control horario. Es decir, es necesario apuntar las horas que se duermen y las horas que se despiertan. Esto llegará a identificar las actividades y costumbres que pueden impedirnos conciliar el sueño. 

En segundo lugar, hay que establecer rutinas. Es decir, hay que encontrar algún tipo de actividad que te relaje y además te agote antes de acudir a la cama. Es importante apagar la televisión o el móvil y establecer esta clase de horarios. Tampoco es conveniente que se fuerce demasiado la mente antes de dormir. 

En tercer lugar, tener claro que la cama solo se usa para dormir. Por tanto, en nuestro dormitorio no vemos la televisión ni comeremos en ella.

En cuarto lugar, hay que evitar sustancias y bebidas alcohólicas. Dejar de fumar es uno de los pasos a seguir en el insomnio. El tabaco así como las bebidas que contengan cafeína provocan un síndrome de abstinencia que pueden provocar que no conciliemos el sueño. 

En quinto lugar,  realizar algún tipo de ejercicio físico para que, cuando acudamos a la cama, estemos lo suficientemente cansados.

En sexto lugar, las siestas deben ser lo más corta posible. Si dormimos una siesta de más una hora, provocaremos que por la noche tengamos menos sueño. Por lo que se recomiendan no dormir más de 10 o 20 minutos de siesta.

También es importante cuidar la dieta y la alimentación, es decir, incluir alimentos sencillos que no provoquen digestiones pesadas y por tanto problemas para conciliar el sueño. 
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