El interesante avance en el rejuvenecimiento. (Foto: Envato)

Una mujer de 53 años logra rejuvener como una persona con 23 años

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Interesante hallazgo. Un grupo de investigadores adscritos a la Universidad de Cambridge (Reino Unido) logró rejuvenecer la piel de una mujer de 53 años hasta lograr que el estado de sus células cutáneas sea equivalente al de una persona de 23 años.

No es solo un tratamiento para rejuvenecer a alguien, sino que es el primer paso para curar algunas enfermedades relacionadas con el envejecimiento en diversos sistemas del cuerpo. De hecho, la meta es replicar este logro en otros tejidos para, de esta manera, lograr atajar patologías tales como desórdenes neurodegenerativos, diabetes o enfermedades cardíacas.

Según explican los responsables a la cadena generalista británica BBC, en realidad este caso constituye un nuevo paso en un camino que comenzó con el desarrollo de la tecnología que permitió la famosa clonación de la oveja Dolly en 1996.

Los resultados del experimento están publicados en el medio científico ELife, en un artículo en el que los autores del hito detallan que la técnica no se ha practicado sobre un ser humano vivo, sino sobre una muestra de tejido cutáneo.

Concretamente, los científicos lograron rejuvenecer las células mediante una variación en la técnica IPS, a su vez un avance sobre la técnica de clonación Dolly (cuyo último objetivo no era la clonación de mamíferos completos, como se pudiera pensar por el famoso caso de la oveja, sino clonar tejidos humanos para poder reparar todo tipo de lesiones y eliminar la necesidad de un donante externo en un trasplante).

Así, la técnica IPS consiste en aplicar un baño químico durante un tiempo determinado a células maduras para convertirlas en células madre, a partir de las cuales teóricamente es posible producir los tejidos deseados.

En esta instancia, los investigadores simplemente han disminuido el tiempo del baño químico. Para su sorpresa, encontraron que las células cutáneas sobre las que probaban el enfoque habían 'retrocedido' treinta años en el tiempo, mostrando un estado equivalente al que mostrarían las células cutáneas de una persona de 23 años.

Ahora, señalan, resta comprobar si la técnica puede funcionar en otros tipos de tejidos, como el nervioso o el muscular. 
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