¿Tienes miedo a las agujas? Entonces padeces de tripanofobia. (Foto: Freepik)

Tripanofobia: el miedo a las agujas

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Este fenómeno aparece con más intensidad en los adolescentes o niños, seguramente por la dificultad de gestionar las emociones por parte de estos.

Pero ¿cómo podemos ayudar a alguien a sobrellevar esto y permitir que se pueda poner las dosis correspondientes de cada vacuna? Eso es de lo que vamos a hablar en este artículo.

Ayuda a controlar el miedo

Lo primero que debemos tener en cuenta es el origen de este temor. Si el miedo está relacionado con el dolor, debemos buscar tranquilizar explicando que el dolor del pinchazo es casi inexistente.

Si el miedo viene de la aprehensión a la sangre, es bueno explicar la imposibilidad de producirse ningún tipo de hemorragia. Esto puede ser más difícil durante una extracción de sangre, aunque a veces se puede evitar tratando de que miren hacia otro lado, al menos en el caso de los niños.

Hay veces que estos casos van a ser más extremos y dónde deberemos buscar ayuda psicológica para buscar vencer este miedo irracional. En estos casos, las técnicas que se usan son de relajación al sufrir momentos de ansiedad.

El psicólogo se encarga de enseñar a gestionar las emociones. Además, también hay tratamientos alternativos de aceptación de la experiencia, aunque no traten de cambiar el comportamiento.

Síntomas del miedo a las agujas

Puede parecer una “anécdota”, pero el miedo a los pinchazos puede provocar diversos problemas y síntomas. Ansiedad, confusión, angustia o pensamientos irracionales son algunos de los síntomas que se presentan en estas situaciones.

En algunas ocasiones, esto hace que la persona que sufre tripanofobia evite el pinchazo a toda costa y de una manera irracional.

También podemos encontrar reacciones mucho más fuertes como hiperventilación, aumento de pulsaciones solo con la idea de un pinchazo, molestias en el abdomen, náuseas, sequedad bucal, etc.

Pensando en la necesidad de vacunas que podemos tener en nuestra vida debido a múltiples cosas, el hecho de no vacunarse puede llevar también a una mayor facilidad para contraer enfermedades, algo que, dependiendo del estado de salud, puede llegar a ser un problema grave.

Un temor que aglutina a muchas personas

No hay muchas investigaciones al respecto, pero se estima en un 10 % las personas que pueden llegar a desarrollar esta aversión a los pinchazos.

Por otro lado, existe una gran controversia en cuanto a la razón, ya que esta puede ser por razones genéticas, ya que es frecuente que este miedo irracional en personas muy cercanas de la misma familia y siendo padres e hijos.

La tripanofobia puede estar relacionada con malas experiencias durante pinchazos. En algunas ocasiones puede deberse a haber presenciado la sangre recién extraída de pequeños y que nos haya impactado.

También es posible haber desarrollado tripanofobia, después de haber sentido dolor durante un procedimiento donde ha salido algo mal y hemos sentido ese dolor de pequeños.

Todo esto puede haber provocado una asociación negativa a nivel psicológico, aunque no sepamos exactamente el porqué de manera consciente.
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