Siesta e infarto cerebral, los síntomas que avisan del peligro para la salud

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Un aviso a tener en cuenta para la salud. Las personas que se echan siestas largas durante todo el día o, incluso, duermen nueves horas o más por la noche, lejos de tener una salud de hierro, podrían tener complicaciones. 

Así, lo determina la revista médica del Academia de Neurología de Estados Unidos, que establece que podría conllevar a padecer un mayor riesgo de accidente cerebrovascular

En este caso, las personas que dormían normalmente una siesta que duraba más de 90 minutos tenían un 25 por ciento más de probabilidades de sufrir un derrame cerebral más tarde que las personas que tomaron una siesta habitual de hasta 30 minutos.

Por el contrario, aquellas personas que no se echaron siestas o que fueron de entre 31 minutos a una hora de duración no contaban con más probabilidades se sufrir un derrame cerebral, respecto a aquellas que durmieron siestas de uno a 30 minutos. 

"Se necesita más investigación para comprender por qué echarse largas siestas y dormir más horas por la noche puede estar relacionado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, pero estudios anteriores han demostrado que las siestas y domir mucho provocan cambios desfavorables en los niveles de colesterol y un aumento de las circunferencias de la cintura, tanto de los cuales son factores de riesgo de accidente cerebrovascular", explicó Xiaomin Zhang, autor principal de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en Wuhan (China).

"Además, la siesta y el sueño prolongados pueden sugerir un estilo de vida inactivo general, que también está relacionado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular", explicó.

A todos los participantes del estudio, más de 31.000 personas, se les hicieron preguntas sobre sus hábitos de sueño y sobre si tomaban o no siestas. Cabe recordar que, aunque es muy común en España, lo cierto es que en China es frecuente que haya siestas al mediodía. 

El 8% de los participantes tomó siestas que duraron más de 90 minuto. El 24% aseguró que dormía nueve horas o más por la noche. 

El estudio analizó los hábitos de vida y explicó que las personas que duermen nueve o más horas por noche, tienen un 23% más de probabilidades de sufrir un derrame cerebral, que aquellas que duermen siete a menos de ocho horas por noche. Los resultados se ajustaron por otros factores que podrían afectar el riesgo de accidente cerebrovascular. Estos incluyen presión arterial alta, diabetes y fumar.

Las personas con largas siestas y que dormían mucho tenían un 85%  más de probabilidades de sufrir un derrame cerebral que las personas que dormían y tomaban la siesta moderadamente.

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