El sexo biológico tiene una pequeña pero extendida influencia en la expresión génica de casi cada tipo de tejido humano. (Foto: Envato)

El sexo en el desarrollo del cáncer, la grasa corporal o envejecimiento

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Hasta tres estudios alertan de ellos. Ahora, se presenta la última fase del proyecto Genotype-Tissue Expression (GTEx), iniciado hace más de una década por científicos con el objetivo de comprender mejor los efectos de la diversidad genética en individuos sanos. Los resultados, basados ​​en una muestra mayor de tejidos e individuos, revelan diferencias específicas de la población y del sexo en la expresión génica que podrían ayudar a determinar cómo las variantes genéticas afectan el envejecimiento y la enfermedad.

El proyecto GTEx es una iniciativa internacional cuyo objetivo es construir un repositorio público completo para estudiar la expresión de los genes y su regulación específica en tejidos.

En estos estudios se revela que el sexo biológico tiene una pequeña pero extendida influencia en la expresión génica de casi cada tipo de tejido humano. Los genes que se estima que deben expresarse a diferentes niveles en hombres y mujeres adultas están implicados en muchos procesos biológicos distintos, incluidos la respuesta a la medicación, el control de los niveles de glucosa en sangre durante el embarazo, y el cáncer. 

Este grupo, cuyo trabajo se publica en Science, analizó cómo las diferencias sexuales en la expresión génica, que se comparten entre los mamíferos, difieren en machos y hembras, y ha descubierto conexiones que no se habían reportado con anterioridad entre genes y atributos complejos, incluidos el peso al nacer y el porcentaje de grasa corporal.

Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de considerar el sexo como una variable biológica en la genética humana y los estudios genéticos. Si hay genes específicos o variantes genéticas que contribuyen diferencialmente a un atributo concreto en hombres y mujeres, podrían plantearse biomarcadores, terapias, dosis farmacológicas, etc., específicos para cada sexo (o diferenciados).

En el futuro, este conocimiento puede convertirse en un componente crítico de la medicina personalizada o puede desvelar la biología de la enfermedad que subyace oculta cuando se considera a hombres y mujeres como un solo grupo.

Las diferencias sexuales han sido previamente atribuidas a hormonas, cromosomas sexuales, diferencias en el comportamiento y factores medioambientales, pero los mecanismos moleculares subyacentes de la biología son en gran parte desconocidos.

"Nuestro trabajo es un catálogo de efectos diferenciados por sexo en el transcriptoma humano que puede servir como referencia al realizar análisis más extensos para explorar el papel del sexo en la biología", indicó Manuel Muñoz-Aguirre, co-primer autor e investigador del CRG, y añadió que "debemos tener en cuenta que el riesgo de sufrir enfermedades complejas (como osteoporosis, trastornos endocrinos o apoplejía, entre otros) con una importante base genética, es diferente entre hombres y mujeres".
 
 Las diferencias de sexo en la expresión génica se reportan en al menos un tipo de tejido en alrededor de un tercio de todos los genes humanos (37%). A pesar de ser abundantes, los efectos sexuales en la expresión génica son mayoritariamente pequeños. El número de genes con sesgo sexual y sus efectos en el tamaño no están dominados por ningún sexo.
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