Resultados decepcionantes tras conocer que a pesar de que, tras un infarto, muchos tipos de células se dividen, ninguno de ellos es capaz de generar nuevo músculo cardíaco.
Los trastornos del esófago y la tráquea son tan prevalentes en las personas que los modelos organoides del esófago humano podrían ser muy beneficiosos.
Desde la Universidad de Washington sugieren que el efecto terapéutico se puede aumentar más cuando se trasplantan cardiomiocitos humanos en corazones humanos enfermos.
La inhibición de una enzima evita que las células madre de la leucemia mieloide aguda puedan destruir sus mitocondrias dañadas y, así, prevenir su muerte por estrés.
Se trata de una enfermedad neurodegenerativa causada por la destrucción por el sistema inmune del propio paciente de la capa de mielina que protege las neuronas y que padecen cerca de 47.000 españoles.
Con el paso de los años sufrimos un daño oxidativo creciente y aumentan los niveles de marcadores de estrés oxidativo en nuestro organismo.