¿Cuándo aumenta el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson?

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Científicos de la la Universidad de Pensilvania en Filadelfia (EE.UU.) identificaron una serie de biomarcadores que pueden ayudar a predecir qué pacientes aquejados con la enfermedad de Parkinson sufrirán déficits cognitivos significativos dentro de los primeros tres años de su diagnóstico.

"El deterioro cognitivo en la enfermedad de Parkinson ‘de novo’ aumenta en frecuencia entre un 50% y un 200% en los primeros años de la enfermedad dependiendo de la definición utilizada y se predice independientemente por cambios en los biomarcadores relacionados con el déficit dopaminérgico nigroestriatal o cortical, una atrofia global debida a los posibles efectos generalizados de la enfermedad neurodegenerativa, la patología de la placa amiloide concomitante de la enfermedad de Alzheimer y una mezcla de factores genéticos", comentó Daniel Weintraub, director de esta investigación.

Para llevar a cabo el estudio, los autores contaron con la participación de 423 pacientes que, con enfermedad de Parkinson recientemente diagnosticada, no habían recibido tratamiento y no mostraban signos de deterioro cognitivo en el momento de su reclutamiento.

Los científicos realizaron exploraciones cerebrales, pruebas genéticas y análisis del líquido investigadores (LCR) y encontraron que esta disminución cognitiva se correlacionaba con biomarcadores. Concretamente, los escáneres cerebrales identificaron como biomarcadores una deficiencia de dopamina y una disminución del volumen o grosor del cerebro.

Los autores también encontraron una asociación con la presencia en el LCR de la proteína beta-amiloide, un marcador de la enfermedad de Alzheimer, y con polimorfismos de un solo nucleótido en los genes COMT y BDNF que previamente habían sido asociados con deterioro cognitivo.

Sin embargo, la futura validación de estos biomarcadores podría ayudar en el diseño de ensayos clínicos de terapias tempranas que pueden mejorar los resultados cognitivos. Un seguimiento más prolongado de esta cohorte también revelará si los riesgos genéticos son importantes en la disfunción cognitiva de aparición tardía o más avanzada en la enfermedad de Parkinson.