¿Qué provoca el traumatismo cerebral?
Los ejemplos claros son un accidente de coche, una caída desafortunada o un golpe en un partido de fútbol, por citar solo algunas situaciones donde podemos recibir un golpe en la cabeza.
Causas y síntomas del traumatismo cerebral
Un movimiento repentino de la cabeza, que es lo que puede provocar un golpe fuerte, puede hacer que el cerebro “rebote” y que se lesionen las células cerebrales, dañando así los vasos sanguíneos y provocando cambios químicos. Esto es lo que se denomina como TCE, que son las siglas de “Traumatismo Craneoencefálico”.
Esto, normalmente, es causado por un golpe, una sacudida o un impacto explosivo, además de una lesión penetrante en la cabeza.
Lógicamente, no todos los golpes producen un traumatismo, además de que podemos tener algo leve hasta algo más serio que nos cambie el comportamiento después de la lesión.
Afortunadamente, la mayoría de los TCE que ocurren son de carácter leve, según datos estadísticos, aunque estos siempre implican una lesión cerebral, aunque sea también de carácter leve.
Los síntomas de un TCE leve pueden ser los siguientes:
Dolor de cabeza.
Confusión.
Mareos.
Zumbidos en los oídos.
Deterioro de la memoria.
Visión borrosa.
Cambios en el comportamiento.
Vómitos o náuseas repetidas.
Dificultad para hablar.
Debilidad en brazos o piernas.
Problemas de pensamiento o de aprendizaje.
Muerte.
Para descubrir el daño y el tipo del mismo va a ser siempre necesario un examen médico. Esto incluye siempre un examen neurológico donde se evalúa el pensamiento, la función motora, la función sensorial, la coordinación, los reflejos y el movimiento de los ojos.
Pruebas como tomografías o resonancias magnéticas no pueden detectar todos los TCE, pero pueden ser una buena herramienta, siempre y cuando, sea el médico quien decida como actuar según las circunstancias.
¿Cómo se trata?
Si el cerebro ha quedado dañado por alguna cuestión de las que hemos hablado, existen tratamientos. Algunos de los tratamientos o rehabilitaciones que podemos necesitar son las siguientes:
Fisioterapia y terapia ocupacional
Este tipo de terapias ayudan a recobrar la capacidad de hacer las actividades diarias para vivir lo más independiente posible. Esto es necesario dependiendo del grado de la lesión, por supuesto.
Terapia del habla y del lenguaje
Estas terapias se basan en recobrar la capacidad del lenguaje y la comprensión que ha podido verse afectada debido al incidente.
Asesoría psicológica
En ocasiones, la ayuda psicológica es muy importante, en función de las circunstancias. Por eso, se suelen incluir estas asesorías en un proceso completo de rehabilitación.
Grupos de apoyo
Estos grupos dan la oportunidad de hablar con personas que están en una situación similar. El apoyo y el entendimiento que surgen en esos grupos es vital para una buena rehabilitación, aunque sea, a nivel psicológico.
Medicamentos
Podemos tener problemas de sueño, dolores o dolor de cabeza. Para eso, la utilización de determinados medicamentos es algo muy importante.