Jueves, 14 de marzo de 2024

¿Qué consecuencias tiene consumir fibra cuando se es diabético?

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Las dietas ricas en fibra pueden ayudar a tratar la diabetes tipo 2 gracias a los microbios del intestino. Así lo determina un grupo de científicos que identificó un "colectivo" de bacterias intestinales que ayudaron a aliviar los síntomas de la diabetes mellitus tipo 2 en pacientes con una dieta rica en fibra.

Los investigadores de Universidad de Rutgers-New Brunswick (Estados Unidos) sostienen que ayudar a la proliferación de este exclusivo grupo microbiano a través de una nutrición personalizada podría servir como un novedoso enfoque para mantener la beneficiosa relación entre el cuerpo y su microbioma en la diabetes tipo 2. 

Algunos ensayos clínicos previos habían sugerido que ingerir una dieta rica en fibra podía mejorar la evolución de la diabetes, pero las respuestas al tratamiento continúan siendo muy variables. Con el fin de mejorar la eficacia de las intervenciones nutricionales, es fundamental comprender cómo responde el microbioma intestinal a los cambios en la alimentación.

Las bacterias del intestino desempeñan un conjunto de funciones protectoras frente a la ingestión de alimentos; por ejemplo, cientos de especies pueden metabolizar los carbohidratos, que son difíciles de digerir, para producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC), los cuales proveen de energía a las células del colon, mitigan la inflamación y ayudan a regular la sensación de hambre.

"Nuestro estudio sienta las bases y abre la posibilidad de que las fibras dirigidas a este grupo de bacterias intestinales se conviertan en una parte importante de su dieta y su tratamiento", explicó el experto Liping Zhao, autor principal del estudio. 

En este estudio, Liping Zhao y sus colegas sugieren que un selecto grupo de microbios que producen AGCC es el responsable del impacto positivo que tienen las dietas ricas en fibra en los pacientes que sufren de diabetes tipo 2.

Los investigadores observaron que, a los 12 meses, el grupo que consumía una dieta rica en fibra (cereales, alimentos medicinales chinos tradicionales ricos en fibras dietéticas y prebióticos, que promueven el crecimiento de bacterias intestinales productoras de ácidos grasos de cadena corta) mostró un peso corporal y unos niveles de azúcar en sangre mucho menores que los del grupo de control, que recibía el tratamiento estándar. 

Los científicos identificaron 15 cepas productoras de AGCC cuyo crecimiento estaba específicamente estimulado por las fibras alimentarias. Aunque pertenecientes a filos diferentes, dichas bacterias actuaron en conjunto aumentando la producción de AGCC y, como consecuencia, contribuyeron a la salud intestinal al superar a microbios que liberan compuestos que no permiten un metabolismo eficaz.