¿Qué es la alergia al frío y tiene algún tratamiento?

Al igual que tenemos alergias primaverales, también tenemos alergias de invierno. Es el caso de la alergia al frío. Aunque si nos ponemos estrictos, no es una alergía y realmente se denomina urticaria inducida por frío o urticaria «a frígore«.

La urticaria inducida por frío se trata de un tipo raro y poco frecuente de urticaria que afecta solo a un 0,05% de la población cada año. Pertenece al grupo de las llamadas urticarias inducibles.

Las urticarias inducibles son las desencadenadas por estímulos físicos como la presión o el calor. De estas, la urticaria al frío es la segunda más frecuente tras la urticaria mediada por ejercicio físico.

Los síntomas más frecuentes de la alergia al frío son: picor, enrojecimiento, ronchas (o habones) e hinchazón de la piel (angioedema) que se producen tras la exposición de la piel a bajas temperaturas (por objetos sólidos, viento frío o agua fría.).

Lo normal es que se localice en las zonas del cuerpo expuestas al frío (manos, cara…). Pero a veces, las lesiones de urticaria y angioedema pueden aparecer también al ingerir alimentos fríos, provocando dificultad para tragar y para respirar.

La manifestación más grave se trata de una reacción anafiláctica con síntomas cardiovasculares, respiratorios y digestivos. Esto suele suceder en casos en los que la exposición al frío ha sido intensa y en el cuerpo entero, por ejemplo, un baño de agua fría.

No se conoce del todo el mecanismo de producción de la alergia al frío. Se trata de un caso curioso de alergia y muchos expertos no la consideran como tal. Esto es porque en una reacción alérgica se produce la activación y degranulación de los mastocitos cuando aparece el alérgeno en el organismo.