Qué es la alcohorexia y cuál es su tratamiento
Posiblemente, sea uno de los mayores responsables del desarrollo de la alcohorexia, ya que la desesperación por tener una imagen perfecta conduce a tomar decisiones inadecuadas.
Este trastorno parece ir en incremento con el paso del tiempo. Generando que cada vez más personas tengan carencias en el organismo. Por ese motivo, lo mejor es informarse y así prevenir el desarrollo de la alcohorexia.
¿Alcohorexia?
Quizás es un término extraño para ti, también se conoce como “drunkorexia” e incluso “ebriorexia”, y se trata de un trastorno de la conducta alimentaria. Combina problemas de ese tipo con un elevado consumo de bebidas alcohólicas.
Esta enfermedad implica sustituir la comida por bebidas alcohólicas progresivamente. Las personas que sufren este trastorno modifican sus conductas normales de alimentación. Pueden llegar a abstenerse de comer incluso varios días antes de la llegada de un episodio de consumo excesivo de alcohol.
Esto es particularmente peligroso, ya que conlleva a una disminución en los nutrientes del cuerpo, perjudicando su estado rápidamente.
Esta restricción de los alimentos se genera, normalmente, por el contenido calórico de las bebidas que se prevén que va a tomar la persona. Con esos hábitos creen “controlar” las calorías que entran al cuerpo. Acompañado de actividad física extenuante para complementar el déficit calórico.
La alcohorexia es un trastorno que se detecta mayoritariamente entre estudiantes universitarias, ya que se esfuerzan en buscar un equilibrio en la ingesta de calorías para no aumentar de peso recurriendo a soluciones extremas.
Causas principales
El origen de este trastorno no es único, puede haber múltiples causas. Aunque, al tratarse de un trastorno de la conducta alimentaria es fácil relacionarlo a cierto factor. Se trata de la inseguridad y búsqueda por cumplir los estereotipos de belleza.
Lo cual, conduce habitualmente a tratar de lucir lo más delgada y “perfecta” posible. Lo que también, puede atribuirse a un rechazo externo relacionado hacia el propio físico. No obstante, pueden existir otros motivos como haber sufrido de abusos sexuales o alguna experiencia traumática.
No obstante, el deseo por mantener un peso bajo suele ser la causa más común. Por tanto, la alcohorexia se vincula estrechamente con la baja autoestima y la inseguridad.
Síntomas y tratamiento de la alcohorexia
Hay varios síntomas que ayudan a detectar la posible adquisición del trastorno. Como se ha explicado, ese deseo obsesivo por tener una imagen o peso “perfecto” es uno de los primeros. Luego, está saltarse desde una a varias comidas al día. La persona siempre se muestra dispuesta a beber alcohol y lo hace con frecuencia.
La pobre e inadecuada alimentación genera ciertos síntomas. Como puede ser una notable caída del cabello, cansancio y agotamiento permanente. Debido al consumo excesivo de alcohol, el abdomen engorda progresivamente. El estado de ánimo también cambia, volviéndose irritable e inestable emocionalmente.
Ahora, el tratamiento de la alcohorexia comienza con una valoración del estado físico. Ya que, de ser necesario debe hospitalizarse para estabilizarlo. De esa manera, se reduce cualquier riesgo a desarrollar carencias nutricionales.
Después, debe tratarse a nivel mental para evitar una recaída a incidir en el mismo problema que ocasionó el trastorno. Así como ayudar a disminuir otros problemas emocionales generados posteriormente. Por lo que, el tratamiento implica un abordaje multidisciplinar, desde varias especialidades médicas.
Este trastorno parece ir en incremento con el paso del tiempo. Generando que cada vez más personas tengan carencias en el organismo. Por ese motivo, lo mejor es informarse y así prevenir el desarrollo de la alcohorexia.
¿Alcohorexia?
Quizás es un término extraño para ti, también se conoce como “drunkorexia” e incluso “ebriorexia”, y se trata de un trastorno de la conducta alimentaria. Combina problemas de ese tipo con un elevado consumo de bebidas alcohólicas.
Esta enfermedad implica sustituir la comida por bebidas alcohólicas progresivamente. Las personas que sufren este trastorno modifican sus conductas normales de alimentación. Pueden llegar a abstenerse de comer incluso varios días antes de la llegada de un episodio de consumo excesivo de alcohol.
Esto es particularmente peligroso, ya que conlleva a una disminución en los nutrientes del cuerpo, perjudicando su estado rápidamente.
Esta restricción de los alimentos se genera, normalmente, por el contenido calórico de las bebidas que se prevén que va a tomar la persona. Con esos hábitos creen “controlar” las calorías que entran al cuerpo. Acompañado de actividad física extenuante para complementar el déficit calórico.
La alcohorexia es un trastorno que se detecta mayoritariamente entre estudiantes universitarias, ya que se esfuerzan en buscar un equilibrio en la ingesta de calorías para no aumentar de peso recurriendo a soluciones extremas.
Causas principales
El origen de este trastorno no es único, puede haber múltiples causas. Aunque, al tratarse de un trastorno de la conducta alimentaria es fácil relacionarlo a cierto factor. Se trata de la inseguridad y búsqueda por cumplir los estereotipos de belleza.
Lo cual, conduce habitualmente a tratar de lucir lo más delgada y “perfecta” posible. Lo que también, puede atribuirse a un rechazo externo relacionado hacia el propio físico. No obstante, pueden existir otros motivos como haber sufrido de abusos sexuales o alguna experiencia traumática.
No obstante, el deseo por mantener un peso bajo suele ser la causa más común. Por tanto, la alcohorexia se vincula estrechamente con la baja autoestima y la inseguridad.
Síntomas y tratamiento de la alcohorexia
Hay varios síntomas que ayudan a detectar la posible adquisición del trastorno. Como se ha explicado, ese deseo obsesivo por tener una imagen o peso “perfecto” es uno de los primeros. Luego, está saltarse desde una a varias comidas al día. La persona siempre se muestra dispuesta a beber alcohol y lo hace con frecuencia.
La pobre e inadecuada alimentación genera ciertos síntomas. Como puede ser una notable caída del cabello, cansancio y agotamiento permanente. Debido al consumo excesivo de alcohol, el abdomen engorda progresivamente. El estado de ánimo también cambia, volviéndose irritable e inestable emocionalmente.
Ahora, el tratamiento de la alcohorexia comienza con una valoración del estado físico. Ya que, de ser necesario debe hospitalizarse para estabilizarlo. De esa manera, se reduce cualquier riesgo a desarrollar carencias nutricionales.
Después, debe tratarse a nivel mental para evitar una recaída a incidir en el mismo problema que ocasionó el trastorno. Así como ayudar a disminuir otros problemas emocionales generados posteriormente. Por lo que, el tratamiento implica un abordaje multidisciplinar, desde varias especialidades médicas.
Compartir en: