Los expertos recomiendan evitar la tónica en el embarazo.  (Foto:  Daria Shevtsova / Pexels)

El peligro de esta bebida no alcohólica durante el embarazo

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El embarazo es una etapa especial en la vida de la mujer. Para muchas, llega a ser una de las mejores fases de su vida. En estos meses tan especiales, las mujeres deben tener cierto cuidado con lo que comen y deben cuidarse más de la cuenta. 

Aunque a priori pueda llamar la atención, entre estas recomendaciones se encontraría la de no abusar de la tónica, pese a no ser una medida muy conocida por las mujeres. El caso es que, según explica el jefe de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional (Madrid) en una entrevista con Infosalus, el doctor Juan Vidal, la tónica contiene quinina que, en altas concentraciones, podría ser perjudicial para cualquiera, pero en el caso concreto de los bebés podría alterar su desarrollo auditivo. 

"Tomar tónica durante el embarazo tiene un riesgo. Tiene quinina que, en altas dosis, podría ser perjudicial para cualquiera, pero es que dentro del embarazo está el bebé y la quinina pasa a la sangre y la del bebé no puede contenerla porque se puede alterar el desarrollo auditivo del niño", señala. 


"Si se toma de vez en cuando no pasa nada, eso sí. Pero a diario no es bueno, y se debe desaconsejar su toma en esta etapa", indica el experto. 

Del mismo modo, explica que durante la gestación sí estarían totalmente desaconsejadas las bebidas excitantes y, por supuesto, la toma de alcohol. "Las bebidas excitantes con cafeína están desaconsejadas, como la coca-cola, que tiene dos inconvenientes: tiene cafeína y glucosa", comenta.

"Ahora bien, esta bebida la hay disponible sin éstas, por lo que mujeres con la tensión muy baja pueden tomarla, pero si tienen tensión normal o alta no deben hacerlo", agrega el también miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

En lo que respecta al café y el té, el también fundador y exvicepresidente de la Sociedad Española de Contracepción aclara que se puede tomar uno al día, aunque insiste en que tampoco hay que abusar de ninguno de ellos.

"El embarazo puede ser un momento muy importante en la vida de la mujer para modificar sus hábitos si no hace una dieta adecuada. Las comidas no deben ser abundantes, sí 5 al día, pero menos cantidad. Deben tomar un desayuno normal, luego a media mañana un yogur o una fruta; comer al mediodía; a media tarde fruta, leche o quesos pasteurizados; y por la noche una cena más ligera para dormir bien porque el sueño es fundamental, es lo que recupera a la madre y al feto", explica. 

"Sólo un poco más, unas 200 kilocalorías como mucho, y consistiría en aumentar un poco el consumo de proteínas porque el feto las necesita para su formación. El ser humano somos proteína y agua, entonces el bebé las toma y si la madre no las toma evidentemente el bebé se las tomará y la madre se quedará con proteínas bajas y no es conveniente", indicó.  

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