El papel del té verde en la enfermedad de Alzheimer. (Foto: Envato)

El papel de este té en la enfermedad de Alzheimer

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Alrededor de cincuenta millones de personas sufren la enfermedad de Alzheimer, y se prevé que esa cifra crezca hasta más de setenta millones antes de 2030.


La causa de la enfermedad en su forma más común, que no es la de base genética, no se conoce con certeza. Este hecho dificulta el desarrollo de tratamientos, pero existen varias teorías que están permitiendo que se produzcan avances significativos.

Ahora, explican en la revista científica Free Radical Biology and Medicine, un equipo de investigadores de la Universidad Tufts (Estados Unidos) comprobó recientemente que el virus del herpes común podía provocar la aparición, en un modelo 3D hecho de neuronas humanas vivas, de las placas de proteínas anormalmente plegadas características del Alzheimer, las llamadas placas de beta-amiloide.

En base a esto, este mismo equipo está actualmente buscando formas de ralentizar la aparición de esas placas. Y parece que hay dos sustancias presentes en alimentos comunes que podrían lograrlo, según anuncian en el mencionado artículo: las catequinas del té verde y el resveratrol, un polifenol presente en las uvas o el vino entre otros.

Así, explican que empleando el mismo método que en la investigación previa (modelos 3D de neuronas humanas vivas) estos dos compuestos habían logrado reducir la formación de placas de beta-amiloide con pocos o ningún efecto secundario.

Estos autores probaron 21 compuestos diferentes, algunos de los cuales conseguían reducir la formación de las placas pero sólo en el alzhéimer inducido por el virus del herpes. Por ello, buscaban sustancias que lograran el mismo efecto al margen del componente vírico (o de la ausencia del mismo) del alzhéimer, de manera que muestren potencial para lograr mejorías sin importar la causa concreta de la enfermedad.

Cinco compuestos parecían conseguir esto: además de las catequinas del té verde y el resveratrol, la curcumina (sustancia presente en la cúrcuma), la medicación diabética metformina y un compuesto llamado citicolina minimizaban la aparición de placas sin tener actividad antiviral.

Las catequinas del té verde ya habían atraído el interés de los científicos por sus propiedades antioxidantes, que se exploran en el contexto del cáncer, y el resveratrol por sus efectos anti-envejecimiento.
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