Pan blanco, integral o molde, sorpresa al conocer el pan más saludable

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El pan es un componente esencial de la dieta mediterránea, que pese a que muchos piensan que puede engordar, lo cierto es que se ha convertido en un elementos insustituible. Sin embargo, muchos se preguntan si todos los tipos de pan son igualmente buenos. 

Pues según muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Rehovot (Israel), que un tipo de pan sea mejor o peor que el otro dependerá, simple y llanamente, de la persona que lo consuma.

"Los resultados de nuestro estudio no solo resultan fascinantes, sino que son potencialmente muy importantes porque llaman la atención sobre un nuevo paradigma: distintas personas reaccionan de forma diferente incluso a los mismos alimentos. Hasta la fecha, los valores nutricionales asignados a los alimentos se han basado en una ciencia mínima, y las dietas universales y para todos han fracasado miserablemente", comentó Eran Elinav, co-autor de esta investigación. 

Tanto el pan de molde como las barras de pan integral comparten sus ingredientes básicos, caso de la harina, el agua, la sal y la levadura. Sin embargo, y con objeto de lograr su textura y una mayor durabilidad, el pan de molde incluye en su receta grasas, azúcares y aditivos, lo que hace que sea menos saludable y contenga un mayor contenido calórico. 

Para ello los autores contaron con participación de 20 adultos sanos y consumidores habituales de pan. De hecho, el pan suponía cerca del 10% del total de sus calorías ingeridas a diario. Y lo que hicieron fue dividir a los participantes en dos grupos en el que el consumo de pan –de molde y empaquetado en un grupo; integral y fresco en el otro– se incrementó a lo largo de una semana hasta representar el 25% del total del aporte energético. 

Los autores evaluaron los niveles de glucosa en ayunas, de minerales esenciales (entre otros, el calcio, el hierro y el magnesio) de colesterol total, de enzimas renales y hepáticas y de distintos marcadores de inflamación y daño tisular de todos los participantes tanto al inicio como durante el desarrollo del estudio.

Y asimismo, analizaron los posibles cambios en la composición de la flora intestinal asociados a la ingesta de uno u otro tipo de pan. Y de acuerdo con los resultados, el efecto del pan sobre los parámetros evaluados fue poco significativo.

"Contrariamente a lo que podíamos esperar, nuestro hallazgo inicial fue que no hay diferencias clínicas significativas entre los efectos de estos dos tipos de pan en ninguno de los parámetros evaluados. Y es que si bien analizamos un número considerable de marcadores, no encontramos ninguna diferencia cuantificable sobre el efecto asociado a esta intervención dietética", explicó Eran Segal, director de la investigación.

El efecto de pan fue distinto según el consumidor. Así, y por ejemplo, mientras la mitad de los participantes tuvieron una mejor respuesta glucémica, o elevación de los niveles de glucosa en sangre, al pan de molde, la otra mitad mostró una mejor respuesta al pan integral.

"Nuestros hallazgos pueden conllevar a un enfoque más racional para decirle a una persona que alimentos son mejores en función de su microbioma", concluyó. 
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