Navidad sin marisco, ni pescado, ni verduras, ni leche, ni carne

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Si hay algo muy común en Navidad es chupar las cabezas de las gambas. Ahora, las autoridades sanitarias recomiendan que esa costumbre no es nada recomendable. En los últimos días, se ha vuelto viral un consejo que ya ofreció la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) allá por 2011.

Hay que limitar el consumo de la carne oscura de los crustáceos (gambas, langostinos, cigalas, cangrejos etc), localizada en la cabeza, ya que presenta un elevado contenido en cadmio comparado con la carne "blanca" de los apéndices.

Cabe recordar que el cadmio es un metal pesado que se encuentra en el medioambiente de forma natural asociado a minerales de cinc, cobre y plomo. Pese a que su absorción en el aparato digestivo es baja, tiende a acumularse en el organismo. Sobre todo en el hígado y riñón. 

El cadmio, que es tóxico para el riñón y puede causar disfunción renal. También puede provocar desmineralización de los huesos. Y, a largo plazo, cáncer.

No es el único alimento del que no se debe abusar en Navidad. Entre las recomendaciones que ha ofrecido Sanidad también establece reducir el consumo de pez espada/ emperador, atún rojo (thunnus thynnus), tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y lucio. 

En el caso de mujeres embarazadas, que planeen llegar a estarlo, en período de lactancia, y niños hasta 10 años, Aecosan recomienda evitar el consumo de esas cuatro especies. En los niños de entre 10 y 14 años, hay que limitar el consumo de esas cuatro especies a 120 gramos al mes.  

Hay que tener especial cuidado con las "toxiinfecciones alimentarias", que son aquellas patologías que se producen por la ingestión de alimentos contaminados con agentes biológicos o sus toxinas. Para prevenir enfermedad transmitidas por alimentos como salmonella, listeriosis, anisakis, y un largo etcétera. 

En el caso de los huevos, cuando se consume en crudo, por ejemplo en una mayonesa -que está en las ensaladillas o acompañan el marisco en fiestas-, hay que extremar las medidas de higiene para evitar la contaminación por salmonella. En lo que respecta a las carnes, el cocinado a más de 70 grados por todas partes conlleva a la muerte de las bacterias. 

El anasakis es el principal riesgo al que se enfrentan cuando se ingiere pescado crudo, incluyendo los populares boquerones en vinagre. En el caso de optar por el consumo en crudo, se debe congelar el pescado siempre previamente a -20ºC. Además es recomendable comprar el pescado fresco y bien refrigerado. Y una vez en casa, no dejarlo fuera del frigorífico más de una hora ya que, a temperatura ambiente, las bacterias se multiplican rápidamente.

También ponen la alerta en las frutas y verduras. Los expertos recomiendan lavarlas siempre bajo el grifo y secarlas con papel de cocina, aunque se vayan a pelar. Aquellas que no se vayan a pelar o incluso algunas verduras crudas (como lechuga o espinacas), se recomienda sumergirla durante 5 minutos en agua con una cucharada de postre de lejía. 

Por último, y tras las últimas noticias que se han publicado este año, está prohibido beber leche cruda. Esto puede contener bacterias peligrosas como Salmonella, E. coli y Listeria. Tiene 150 veces más probabilidades de causar afecciones que la pasteurizada. 
 

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