Más allá de la enfermedad del Alzheimer, el GPS cerebral defectuoso

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
El cerebro, como los teléfonos móviles, contienen un GPS que permite orientarnos y llegar nuestros destinos. Un sistema de navegación que, tal y como ocurre con otras funciones cerebrales se va deteriorando con el paso de los años.

El problema tiene lugar cuando estas pérdidas de orientación son más frecuentes, o más acusados, de lo que correspondería a nuestra edad. Sobre todo en las personas mayores. Y es que estos defectos en el sistema de navegación son uno de los primeros signos y síntomas de la demencia. Pero, ¿por qué se producen estos fallos de orientación en las personas mayores?

Según muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Alemán para las Enfermedades Neurodegenerativas en Magdeburgo (Alemania), por las deficiencias en la activación de unas neuronas específicas llamadas células rejilla, hasta el punto de que la detección de estas deficiencias podrían facilitar, por fin, el diagnóstico precoz del Alzheimer.

"Es completamente normal que uno se pierda cuando se mueve en un entorno que no lo resulta familiar. Sin embargo, esta pérdida de orientación espacial tiende a ser más frecuente en las personas mayores. Y la verdad es que sabemos muy poco sobre los mecanismos neuronales subyacentes a estos problemas de navegación", explicó Matthias Stangl, co-autor de esta investigación.

"En este contexto, creemos que las denominadas células de red o células rejilla podrían estar implicadas. Y es que estas células, que no son sino neuronas especializadas que se encuentran en la corteza entorrinal del cerebro, son responsables de la mayor parte del procesamiento de la navegación. Así, pensamos que los déficits en las células rejilla podrían ser una causa para los problemas de navegación", indicó. 

Concretamente, el primero de los experimentos consistió en que los participantes navegaran por un escenario generado por ordenador mientras se monitorizaban sus patrones de actividad cerebral. Y por su parte, la segunda de las pruebas tuvo por objeto evaluar su capacidad para la integración de ruta.

Para ello, los participantes tenían que caminar por unas trayectorias curvas predefinidas y, llegados a los puntos intermedios, estimar la distancia recorrida y su orientación con respecto al punto de partida. Todo ello sin ninguna referencia visual. ¿Y qué pasó? Pues que tal y como cabría esperar, los jóvenes fueron más precisos y certeros que los mayores.

"Tomando en consideración todos los aspectos, los participantes jóvenes obtuvieron mejores resultados en la navegación, lo que se encuentra en consonancia con lo observado en los estudios previos. Pero también observamos una asociación entre la capacidad disminuida de navegación y la presencia de déficits en la actividad de las células rejilla", comentó. 

"Y es que estas células se activaron de forma diferente en función de que los participantes fueran jóvenes o mayores. Específicamente, los patrones de activación fueron menos estables a lo largo del tiempo en los sujetos mayores, lo que indica que estos circuitos cerebrales se encuentran comprometidos en las edades avanzadas. Esto puede ser la razón de que muchos mayores tengan problemas con la navegación espacial", indicó. 

"Las células rejilla juegan un papel primordial no solo en la navegación, sino también en otras funciones cognitivas. Así, nuestros resultados sugieren un mecanismo clave subyacente a los déficits cognitivos en los mayores, lo que no solo nos ofrece una visión de los cambios neurofisiológicos asociados al envejecimiento, sino que también podría ser útil para el diseño de terapias frente al deterioro cognitivo asociado a la edad", explicó Thomas Wolbers.

"La evaluación de la capacidad de navegación y de la función de las células rejilla podría facilitar el diagnóstico temprano del alzhéimer y de otras enfermedades neurodegenerativas. Para ello, debe desarrollarse un método diagnóstico que distinga entre el deterioro en la navegación asociado a la edad y el deterioro causado por la enfermedad", concluyó. 


 
Compartir en: