Más allá del azúcar: ¿qué hay detrás de la diabetes tipo 2?

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La diabetes tipo II es una enfermedad asintomática, que no duele. Un trastorno crónico del metabolismo causado por el mal funcionamiento de la insulina, la hormona que segrega el páncreas para procesar el azúcar en sangre.

El descontrol de los niveles de glucosa nos expone a múltiples enfermedades, como patologías cardiovasculares, renales o cerebrales, esto es la depresión o el deterioro cognitivo. No es un problema precisamente minoritario. Afecta a más de 5 millones de personas en España, -aunque casi la mitad desconoce padecerla- y se diagnostican 44 nuevos casos cada hora.

La diabetes tipo II está íntimamente ligada a otro de los grandes males del mundo actual, la obesidad. De tal forma que, como indica la endocrinóloga del Hospital Infanta Sofía, Sharona Azriel, "más del 80% de los pacientes con sobrepeso u obesidad tienen diabetes tipo II. Se han observado reversiones de la diabetes con pérdidas de peso importante tanto por dietas como por fármacos y, sobre todo, con cirugía. Especialmente al inicio de la enfermedad".

La obesidad, según expone el jefe clínico de la unidad de insuficiencia cardiaca del Hospital de Bellvitge, Nicolás Manito, es la base de muchos de los mecanismos de afectación cardiovascular que tiene la diabetes.

"Genera un estado proinflamatorio a nivel del organismo y esta inflamación es la que va a provocar acción sobre el endotelio vascular, sobre los vasos coronarios. Es la causa principal de ruptura de placas de colesterol que hace que se formen trombos y haya un infarto", indicó el doctor Manito.

El corazón es, junto con el riñón y el cerebro, el principal órgano afectado por la diabetes. "El 50% de los pacientes diabéticos se van a morir de causa cardiovascular", explicó. La lista de posibles patologías derivadas de la diabetes es muy alargada.

"Lesiona nuestros nervios (neuropatías), ojos (retinopatías) o nos expone al deterioro cognitivo, la demencia. O incluso la depresión. Se ha visto que hay mayor tasa de depresión en los pacientes diabéticos que además se correlaciona con un peor control metabólico y más complicaciones crónicas, como la enfermedad hepática no alcohólica",aseveró.

"La diabetes está mal vista por los pacientes. Muchos pacientes no quieren aceptar que tienen un mal control de su glucemia. Si nadie acepta la enfermedad no se va a buscar una solución", explicó.

La patología consta de una fase previa, la prediabetes. Esto es un trastorno donde el nivel de azúcar en sangre es más alto que lo normal, pero no lo suficiente como para clasificarlo como diabetes. "Es la antesala de una futura diabetes. Como si llegas a una casa y te quedas en el pasillo: o retrocedes o avanzas hacia el salón", explicó.

"Cuando un paciente viene a consulta con una diabetes tipo II recién diagnosticada es fundamental la educación diabetológica. Es el pilar del tratamiento porque informamos al paciente de la necesidad de un autocuidado, empezando por un cambio en el estilo de vida, hábitos dietéticos saludables, ejercicio físico...", indicó.

"El último estudio de la patronal farmacéutica española Farmaindustria ponía sobre la mesa que solo 56% de los pacientes siguen el tratamiento farmacológico.El problema es que, según las encuestas que disponemos, solo lo ha recibido alguna vez o recibe el 50% de los pacientes", indicó la experta.