Cada vez es más habitual desayunar, comer, merendar o cenar fuera de casa. (Foto: Burst / Pexels)

Los médicos lo tienen claro: el peligro inminente al desayunar fuera de casa

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Comer fuera de casa es algo que gusta a casi todas las personas. Sea desayuno, comida, merienda o cena, se han incrementado estos hábitos en los ciudadanos. Esto, es un peligro. No solo para el bolsillo. 

Los expertos se han puesto de acuerdo. Desayunar fuera de casa está disparando los niveles de obesidad en España. El 77% de la población ya realiza alguna comida en bares y restaurantes, y el 90% desayuna fuera.



Las cifras hablan por sí solas. Según la última encuesta sobre hábitos de vida elaborada por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO-SEO) este riesgo está ahí. Y hay que tomar medidas. 

Tomar la primera comida del día fuera de casa aumenta un 18% el riesgo de obesidad. Y comer o cenar lo dispara un 43% cuando no se pide ensalada o verdura como plato principal. "El desayuno parece que es una comida crítica pero habría que ver qué desayunan, si es bollería o algo que contribuye a la obesidad", indicó Susana Monereo, secretaria de la SEEDO.

Otro de los problemas es el postre. Normalmente cuando se sale fuera, las personas suelen pedir algo diferente a lo que tomarían en casa. Es decir, la fruta suele ser el último recurso. Por lo que, esto también que la obesidad aumente en un 20%. 

"Casi un 20% de las personas que no toma fruta de postre no lo hace porque no figura en el menú. La mayoría de los obesos encuestados ha indicado que sí la tomaría si estuviese contemplada en la carta", indicó el presidente de la compañía, Francisco Tinahones. 

Los expertos entienden que los tiempo han cambiado pero que ese "problema" hay que atajarlo de raíz. "Antes se pensaba que comer fuera era algo lúdico. Ahora la gente no va a un restaurante o a un bar a darse un capricho, sino de forma ordinaria. Así, comer fuera de casa ha dejado de ser algo excepcional, y los restauradores tienen corresponsabilidad en la salud de la población", indicó. 

"Esta encuesta lo que ha sacado a la luz es que los hábitos están cambiando y hasta ahora podíamos pensar que la obesidad era lo que uno compraba, pero ahora sabemos que también es lo que uno come fuera de casa y en qué oferta hay en los restaurantes. Son actores nuevos que nos tienen que ayudar en la lucha contra la obesidad", indicó Susana Monereo. 

Uno de los datos más preocupantes de la encuesta de hábitos saludables realizada por la SEEDO-SEO es el que habla de la imagen que los obesos tienen de sí mismos. Los datos confirman que la mayoría de los obesos no reconoce que lo es: el 54,6 % de las personas con sobrepeso piensa que está en la media e incluso un 7,3 por ciento opina que está delgada."No dicen ‘soy obeso, sino estoy gordo'", indicó Monereo.

Por eso, los expertos recomiendan una serie de pautas para evitar estos problemas. El primero de ellos es incluir aceite de oliva. Pero también, que uno de cada cuatro primeros platos incluya verduras, hortalizas o legumbres como base; uno de cada dos segundos tenga como sustento pescado blanco o azul, o bien carne magra; así como priorizar verduras, hortalizas y legumbres como guarnición; o incluir siempre fruta o frutos secos en la oferta de postres.
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