Si se padece de ansiedad, hay cuatro alimentos que evitar. (Foto: Frontiers in Marine Science)

Los cuatro alimentos que hay que evitar si se tiene ansiedad

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La ansiedad es un problema de salud mental muy habitual. Por supuesto, herramientas como la psicoterapia o la farmacología (siempre bajo la indicación de un médico) son las principales estrategias frente a la ansiedad desadaptativa, actualmente, y no son sustituibles por ningún tipo de remedio casero.

Sin embargo, existen pequeñas cosas que podemos hacer en el día a día para ayudar a controlarla. Una de ellas es controlar lo que comemos.

Tal y como indica el portal de noticias sobre salud Healthline, existen una serie de alimentos que pueden empeorar la ansiedad, por lo que todas las personas que sufran un trastorno de esta clase deberían plantearse evitarlas. Estos son cuatro ejemplos calros:

El alcohol es una de ellas. Muchas personas recurren al alcohol para atenuar momentáneamente distintos malestares psicológicos. Sin embargo, existe abundante evidencia de que esta sustancia tiene el efecto contrario.

Por una parte, el uso de alcohol, especialmente si es frecuente, se relaciona con desequilibrios en los niveles de ciertos neurotransmisores como la serotonina, lo que puede empeorar los síntomas de los trastornos de ansiedad. Por otra, la embriaguez provocada por el alcohol puede venir seguida, en el corto plazo, por un 'efecto rebote' que aumente de manera inmediata la ansiedad.

En segundo lugar, la cafeína, presente en el café o té, es una sustancia estimulante, con lo que puede tener efectos secundarios como ansiedad y nerviosismo. Aún así, hay que señalar que estos efectos aparecen típicamente con dosis altas, por lo que el consumo moderado se considera típicamente seguro. 

Los azúcares añadidos suelen también estar presentes en gran cantidad de alimentos. Sin embargo, su consumo excesivo, que se produce sobre todo por los azúcares añadidos artificialmente a los alimentos, provoca picos en la concentración de glucosa en sangre que se sienten en la forma de subidas y bajadas abruptas de la energía.

Por último, los carbohidratos refinados es el último elemento que se incluye en esta lista. Diabetes, enfermedad cardiovascular y obesidad se asocian a su consumo, y lo cierto es que también se relacionan con la ansiedad. 
 
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