El estrés es un fenómeno muy complejo en el que intervienen muchas causas diferentes. (Foto: Envato)

Los alimentos que más ayudan a reducir y acabar con el estrés

Compartir en:
El estrés es algo totalmente común. Eso sí, en él intervienen muchas causas diferentes. A la hora de disminuirlo, normalmente se resaltan algunas como el ocio o la actividad física, pero hay otros factores que pueden ser beneficiosos como es el caso de la alimentación.

En este sentido, un equipo de científicos ha publicado un estudio en el medio especializado Molecular Psychiatry en el que muestran que comer alimentos fermentados y ricos en fibra diariamente durante tan sólo cuatro semanas propiciaba un descenso significativo en los niveles percibidos de estrés.

Ahora, los expertos dan una explicación más allá y señalan que esta evidencia se suma a un corpus de investigación creciente que ha ido determinando que la alimentación que seguimos tiene un impacto muy importante en nuestra salud mental. De hecho, seguir una dieta saludable podría reducir considerablemente el riesgo de sufrir muchas enfermedades psicológicas comunes.

Las relaciones entre la nutrición y la salud mental son complejas, pero uno de los vínculos frecuentemente propuestos es a través del microbioma (la comunidad de microorganismos) que habita en nuestro intestino, que segrega productos metabólicos similares en algunos aspectos a los neurotransmisores que median la actividad cerebral. Esto se conoce como el eje intestino-cerebro.

Evaluando el estrés que sentían en base a cuestionarios, los autores encontraron que este grupo mostraba puntuaciones más bajas que el otro, al que se le había asignado una dieta de control. Además, había correlación entre cómo de estrictamente había seguido la dieta prescrita cada participante y sus niveles de estrés. 

Por otra parte, este patrón también se asoció a otros efectos positivos sobre la salud, como una mejora en la calidad del sueño, lo que podría apoyar las teorías sostenidas por otros trabajos sobre la existencia de alguna conexión entre la calidad del sueño y el microbioma del intestino.
 
Compartir en: