La enfermedad renal es un importante problema de salud pública en todo el mundo. (Foto: Envato)

Las dos bebidas que tienen efectos irreparables para nuestro riñón

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Durante años se ha hablado de si es mejor tomar café descafeinado, café normal, es decir, con cafeína o incluso té. Todo ello pensando en lo mejor para nuestra salud. Como en todo lo que tiene que ver con la alimentación existen muchas creencias populares, pero la ciencia va otorgando algunos datos sobre su efecto protector. 

Cabe recordar que numerosos estudios han determinado que tomar café a diario (es decir, de 3 a 4 tazas) puede ser protector frente a fallecer por todas las causas, a la mortalidad por cáncer y por enfermedad cardiovascular, además de aumentar la longevidad y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

Sin embargo, esta recomendación es válida para personas sanas y que siguen una dieta equilibrada. En el caso de personas mayores con exceso de peso y síndrome metabólico, un conglomerado de enfermedades que abarcan la diabetes, la obesidad, la hipertensión, los triglicéridos altos y el HDL bajo, la cosa cambia. 

Es por ello que los expertos señalan que el consumo de té y café con cafeína sostenido empeora la función del riñón en estas personas mayores con síndrome metabólico. Este es el resultado de un estudio que se publica en Scientific Reports

La enfermedad renal es un importante problema de salud pública en todo el mundo, ya que afecta a un 10% de la población adulta. Cuando se habla de este rango de población, la frecuencia es mayor y puede llegar a afectar al 20%. 

Esta capacidad de filtración se mide con la tasa de filtración glomerular. Los investigadores han analizado cómo afectaba el consumo de la cafeína del té y el café en esa tasa de filtración glomerular. Los autores explican que se ha observado que “un mayor consumo de café, que equivale a dos tazas o más al día, se asocia con peor función renal a lo largo de un año”. Una baja tasa de filtrado glomerular quiere decir que el riñón está peor y una alta tasa que está mejor”.

“El café y el té son ricos en compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, con posibles efectos beneficiosos para la salud humana”, explicó Jordi Salas , uno de los autores principales del estudio. El café es, de hecho, una bebida muy consumida en la población mediterránea y una de las principales fuentes de cafeína en la dieta. 

Además de ese contenido en polifenoles, vitaminas, minerales y fitoquímicos bioactivos con potenciales efectos beneficiosos para la salud, el café tiene un alto contenido en cafeína. “Ésta se ha considerado siempre que aumenta la hipertensión y, por tanto, produce un aumento de la hiperfiltración, y esa hiperfiltración mantenida a lo largo del tiempo es lo que va a producir un deterioro del riñón”, explicaron.

Del mismo modo, los expertos indican que no se trata de eliminar el café de la dieta completamente, sino de reducir la cantidad de consumo en las personas mayores que tienen enfermedad renal, obesidad, diabetes, triglicéridos altos y HDL bajo, y esto puede hacerse reduciendo el café con cafeína y reemplazandolo por descafeinado.

Es por ello que aconsejan limitar el consumo de café con cafeína a una taza diaria. Si se opta por el descafeinado “a nivel de polifenoles aporta lo mismo, pero el riñón te lo va a agradecer si tienes ya factores de riesgo asociados, y una edad mayor”.   
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