ESTRECHA RELACIÓN

¿Existe realmente la paradoja de la obesidad?

Desaparece la supuesta ventaja de supervivencia de las personas con un IMC de 25 kg/m2 o más. (Foto: Envato)
Desaparece la supuesta ventaja de supervivencia de las personas con un IMC de 25 kg/m2 o más. (Foto: Envato)
Una vez que alguien ha desarrollado problemas cardíacos, un poco de grasa extra protege de algún modo contra problemas de salud posteriores y la muerte.
Una nueva investigación desmintió la idea de que existe una "paradoja de la obesidad", según la cual se cree que los pacientes con insuficiencia cardiaca que tienen sobrepeso o son obesos tienen menos probabilidades de acabar en el hospital o morir que las personas con un peso normal.

El estudio, publicado en el European Heart Journal, demuestra que si los médicos miden la relación entre la cintura y la altura de sus pacientes, en lugar de fijarse en su índice de masa corporal (IMC), desaparece la supuesta ventaja de supervivencia de las personas con un IMC de 25 kg/m2 o más.

Cabe recordar que la "paradoja de la obesidad" se refiere a los hallazgos contraintuitivos que sugieren que, aunque las personas con sobrepeso u obesidad corren un mayor riesgo de desarrollar problemas cardiacos, una vez que una persona ha desarrollado una afección cardiaca, las que tenían un IMC más alto parecían evolucionar mejor y tenían menos probabilidades de morir que las de peso normal.

Se han sugerido varias explicaciones, entre ellas el hecho de que, una vez que alguien ha desarrollado problemas cardiacos, un poco de grasa extra protege de algún modo contra problemas de salud posteriores y la muerte, sobre todo porque las personas que desarrollan una enfermedad grave y crónica suelen perder peso.

John McMurray, catedrático de Cardiología Médica de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), que dirigió la última investigación, explica que "se ha sugerido que vivir con obesidad es bueno para los pacientes con insuficiencia cardiaca y fracción de eyección reducida, que es cuando la cavidad principal del corazón es incapaz de exprimir las cantidades normales de sangre".

"Sabíamos que esto no podía ser cierto y que la obesidad debía ser mala en lugar de buena. Pensamos que parte del problema radicaba en que el IMC era un indicador débil de la cantidad de tejido adiposo de un paciente", indicaron.

El IMC no tiene en cuenta la composición corporal de grasa, músculo y hueso, ni dónde está distribuida la grasa.
"¿Sería factible suponer que un luchador profesional estadounidense (más músculo) y un luchador de sumo japonés (más grasa) con el mismo IMC tendrían un riesgo similar de enfermedad cardiovascular?. Lo mismo puede decirse de personas como Arnold Schwarzenegger en sus años de juventud, cuando protagonizó Terminator, con un IMC de unos 30 kg/m2".

Este estudio es el primero que examina distintas formas de medir el tamaño y las proporciones de los pacientes, incluido el IMC, pero también medidas antropométricas como la relación cintura-estatura, el perímetro de la cintura y la relación cintura-cadera, y ajusta los resultados de los pacientes para tener en cuenta otros factores que intervienen o predicen estos resultados, como los niveles de péptidos natriuréticos, hormonas que se segregan en la sangre cuando el corazón está bajo presión, como ocurre con la insuficiencia cardíaca.

Comparte esta noticia

COMENTARIOS