Estrés en el trabajo e insomnio, dos problemas mortales

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
El estrés laboral sumado a problemas de sueño puede ser un tema muy serio, más de lo que se piensa la mayoría de las personas. Y de gran preocupación entre las personas que además padecen hipertensión, una patología frecuente entre las personas sometidas a estrés, ya que la combinación de estrés y mal sueño triplica el riesgo de muerte por una enfermedad cardiaca. 

Cada hay vez hay más evidencias científicas que confirman la importancia de dormir correctamente: no solo en el número de horas, sino en la calidad del descanso.

"Dormir debería ser un momento para recrearse, relajarse y restaurar los niveles de energía. Si tenemos estrés en el trabajo, el sueño nos ayuda a recuperarse. Desafortunadamente, la falta de sueño y el estrés laboral suelen ir de la mano, y cuando se combina con la hipertensión, el efecto es aún más nocivo", señaló el autor del estudio, Karl-Heinz Ladwig, de la Facultad de Medicina de la Universidad Técnica de Múnich.

La hipertensión arterial, esto es, la enfermedad definida por unas cifras de presión sanguínea superiores a 140/90 mmHg, afecta a casi un 75% de la población–en torno a 1.100 millones de personas en todo el mundo y más de 14 millones de españoles– y se asocia con un riesgo nada desdeñable de sufrir un ictus, un infarto de miocardio o de desarrollar enfermedad renal.

Investigaciones anteriores han demostrado que los factores psicosociales tienen un mayor efecto perjudicial en personas con riesgos cardiovasculares preexistentes que en personas sanas. Este es el primer estudio que examinó los efectos combinados del estrés laboral y la falta de sueño en la muerte por enfermedad cardiovascular en trabajadores con hipertensión.

El estudio ha incluido a 1.959 trabajadores hipertensos de 25 a 65 años de edad, sin enfermedad cardiovascular o diabetes. En comparación con las personas que no tenían estrés laboral y sí descansaban bien por las noches, aquellas que presentaban ambos factores de riesgo tenían una probabilidad tres veces mayor de muerte por enfermedad cardiovascular.

Los investigadores, para validara sus datos, hicieron un seguimiento medio de 18 años. Transcurrido este periodo vieron que el riesgo absoluto de muerte cardiovascular en las personas con hipertensión aumentó de manera gradual con cada condición adicional.

"Si se tiene una gran demanda, pero también un alto control, en otras palabras, se pueden tomar decisiones, puede ser incluso positivo para la salud. Pero estar atrapado en una situación de presión en la que no se tiene poder de cambiar nada, es perjudicial", indicó. 

El sueño deteriorado se definió como dificultades para conciliar el sueño y o mantener el sueño. "Mantener el sueño es el problema más común en personas con trabajos estresantes. Se despiertan a las 4 de la mañana para ir al baño y volver a la cama pensando en cómo lidiar con los problemas de trabajo", explicó.

"El riesgo de sufrir un trabajo estresante y dormir mal durante muchos años, puede llevarnos a la tumba más pronto de lo que desearíamos", explicó.

"Cada condición es un factor de riesgo en sí misma y hay interrelaciones entre ellas, lo que significa que cada una aumenta el riesgo de la otra. La actividad física, comer de manera saludable y las estrategias de relajación son importantes, así como la medicación para reducir la presión arterial, si corresponde", aseveró.