Más de una taza de café al día se asocia con un menor riesgo de cáncer de mama. (Foto: Kristina Paukshtite / Pexels)

Este bebida común podría tener la clave en el cáncer de mama

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Sorpresa. El consumo de café se ha llegado a asociar con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama a largo plazo tras la menopausia. Así lo confirma un estudio dirigido por Estefanía Toledo, investigadora del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) en la Universidad de Navarra.

Los resultados de este estudio, en el que han participado investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra del grupo de Miguel A. Martínez-González, confirman algunas observaciones realizadas en otras investigaciones en las que el mayor consumo de café se asoció a un menor riesgo de cáncerde mama en mujeres postmenopáusicas.

El estudio proporcionó información sobre sus hábitos de vida, ejercicio físico, historial médico y frecuencia de consumo de 136 alimentos, entre los que se incluía el café. Además, actualizaron periódicamente su estado de salud, donde se incluía el estado pre o postmenopáusico y el historial familiar de cáncer de mama. 

Estas mujeres, libres de la enfermedad al inicio del estudio, fueron evaluadas cada dos años durante una media de 10 años, tiempo en el que se confirmaron 101 casos nuevos de cáncer de mama.

Andrea Romanos-Nanclares, investigadora predoctoral que cuenta con una ayuda de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para el desarrollo de su tesis en la Universidad de Navarra, explica que las participantes se dividieron al inicio en dos grupos: aquellas que consumían más de una taza de café al día y aquellas que consumían 1 taza o menos.

"Los resultados de esta investigación no han encontrado una asociación entre el consumo de café y el riesgo de cáncer de mama a nivel global. Sin embargo, encontramos que el consumo de más de una taza de café al día se asociaba a un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas", indicó la experta. 

Los datos apuntan a que el origen de esta protección no está en la cafeína, puesto que también han hallado una relación beneficiosa con el café descafeinado, sino en otros componentes minoritarios como ácidos fenólicos (polifenoles), diterpenos o ácidos clorogénicos, entre otros.

Dichos componentes llegan a estar presentes en el café, en diferentes proporciones en función de la variedad y su preparación, y han demostrado tener efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antitumorales, indicó la doctora Cristina Sánchez-Quesada, primera autora del trabajo.
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