Enfermedad congética del corazón y cambio climático, un peligro para mamás y bebés

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
Las consecuencias del cambio climático son devastadoras. Ahora, un estudio publicado en Journal of the American Heart Association es que el aumento de las temperaturas derivado del cambio climático global puede aumentar el número de bebés nacidos con defectos cardíacos congénitos durante las próximas dos décadas y puede resultar en hasta 7.000 casos adicionales durante un periodo de 11 años en ocho estados de EE.UU.

"Nuestros hallazgos subrayan el impacto alarmante del cambio climático sobre la salud humana y además resaltan la necesidad de una mejor preparación para hacer frente al aumento previsto de una condición compleja que, a menudo, requiere atención y seguimiento de por vida", indicó el autor principal del estudio, Shao Lin, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Albany.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los defectos congénitos del corazón son los defectos de nacimiento más comunes en EE.UU. que afectan a unos 40.000 recién nacidos cada año. En España, se calcula que de cada 100 niños que nacen en España, uno presentará una cardiopatía congénita. 

"Nuestros resultados muestra cómo el cambio climático puede afectar la salud humana y sugieren que la enfermedad cardíaca pediátrica derivada de malformaciones estructurales del corazón puede convertirse en una consecuencia importante del aumento de la temperatura", indicó Wangjian Zhang, de la Universidad de Albany (EE.UU.).

Este incremento en niños con cardiopatías congénitas, señalan los investigadores, planteará una mayor demanda en la comunidad médica que cuida a los recién nacidos con cardiopatías en su infancia hasta su fase adulta.

Investigaciones previas habían encontrado un vínculo entre la exposición al calor en el vientre materno y el riesgo de defectos cardíacos en la descendencia; sin embargos se desconocen los mecanismos. Los estudios en animales sugieren que el calor puede causar muerte celular fetal o interferir con varias proteínas sensibles al calor que juegan un papel crítico en el desarrollo fetal.

"Aunque este estudio es preliminar, sería prudente que las mujeres, en las primeras semanas de gestación, evitaran los calores extremos, una recomendación que ya se hace en a las personas con enfermedades cardiovasculares y pulmonares durante los episodios de calor", añadió.