Un síntoma que no conviene ignorar. (Foto: Envato)

La dolencia en los ojos que si no se cura puede acabar en tragedia

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Existen muchas patologías que provocan dolor y envejecimiento en los ojos. Aunque la mayoría de ellas no son graves, y se suelen solucionar con tratamientos sencillos. Sin embargo, existen algunos síntomas que no se pueden ignorar porque pueden estar detrás de muchos problemas graves, como la escleritis.

La escleritis es una inflamación de la esclerótica (la parte blanca del ojo) que provoca que esté enrojecida, sensible o incluso dolorosa. Puede afectar a la parte anterior del ojo o a la posterior, aunque esta última es significativamente menos común.

La escleritis puede aparecer por varias causas (como traumatismos o infecciones bacterianas, víricas, micóticas o parasitarias), pero a menudo es síntoma de una enfermedad autoinmune subyacente, como artritis reumatoide, lupus o el síndrome de Sjögren.

Los principales síntomas de la esclerosis incluyen dolor que se intensifica al tocar el ojo, enrojecimiento o hinchazón visible en la parte blanca del ojo, visión borrosa, lagrimeo abundante y un incremento en la sensibilidad a la luz (fotosensibilidad).

Asimismo, también puede provocar dolor en la mandíbula, la cara o la cabeza. Si no se trata, puede llegar a provocar pérdida de visión, parcial e incluso total.

Es fundamental abordar la escleritis lo más rápidamente posible, a fin de minimizar el riesgo de que se produzca pérdida o disminución permanente de la visión en el ojo afectado.

En los casos autoinmunes, se suelen administrar corticosteroides o antinflamatorios no esteroideos para atajar la inflamación y el dolor, o si el caso es particularmente grave medicamentos inmunodepresores.
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