Descubre los productos que no solo cuidan tu piel, sino que la tratan avalados científicamente. (Foto: Freepik)

Dermocosmética: la cosmética que cuida la piel

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Cuando escuchamos hablar de dermocosmética, es probable que lo primero que nos venga a la mente sea pensar en un producto de belleza que se aplica en la piel, como tantas cremas limpiadoras o humectantes.

Pero en este caso estaríamos hablando de productos cosméticos, que han sido definidos por el Reglamento de la Comunidad Europea sobre productos cosméticos (1223 / 2009) como:

“toda sustancia o mezcla destinada a ser puesta en contacto con las partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y las mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto, protegerlos, mantenerlos en buen estado o corregir los olores corporales”.

La dermocosmética amplía este concepto, si aceptamos la definición propuesta por la Real Academia Nacional de Medicina: “disciplina científica y rama de la farmacia que se ocupa del estudio y fabricación de productos para la aplicación tópica, tanto terapéuticos como cosméticos”. 

Ventajas de la dermocosmética

Los productos denominados dermocosméticos son aquellos que podemos utilizar sin necesidad de una receta médica para proteger nuestra piel y mantenerla saludable. 

Son productos cuya eficacia ha sido comprobada experimentalmente, y con frecuencia son recomendados también por dermatólogos, cosmetólogos y farmaceutas.
A veces se encuentran en un terreno indefinido entre la farmacéutica y la cosmética, ya que sirven para prevenir irritaciones, quemaduras y otras afecciones no patológicas de la piel.

Breve historia de la dermocosmética

Se atribuye el origen del término a los laboratorios franceses de productos farmacéuticos y cosméticos Pierre Fabre, que comenzó a usarlo en la década de los 60 del siglo pasado.

Los laboratorios Pierre Fabre asociaron la dermocosmética al estudio y la fabricación de productos para el cuidado de la piel, elaborados con normas tan estrictas como las que se utilizan para la producción de medicamentos.

Con los años, el término ha sido utilizado por dermatólogos y cosmetólogos para diferenciar productos tópicos de probada eficacia, de otros que son solamente cosméticos. 

Diferencias entre cosmética y dermocosmética

La principal diferencia entre la cosmética y la dermocosmética se encuentra precisamente en que la primera no siempre cuenta con el respaldo de investigaciones y estudios estrictos, mientras que para la dermocosmética estos son obligatorios.

Los productos dermocosméticos se centran en el cuidado y la salud de la piel, mientras los cosméticos apuntan más en dirección al aspecto estético. 

Otra diferencia podría ser que mientras los productos cosméticos se dirigen al maquillaje y el embellecimiento, los productos dermocosméticos se enfocan en el tratamiento de algunas afecciones, como el acné, la psoriasis, las arrugas, la resequedad y la exposición a los rayos UV.

Ciertamente, hoy en día la línea es muy delgada entre ambos conceptos, ya que a los productos cosméticos cada día se les exigen más estudios y que garanticen el cumplimiento de lo que ofrecen (como en el caso de las cremas rejuvenecedoras o antiarrugas).
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