La trocanteritis es la inflamación de la bursa de la cadera. (Foto: Envato)

Cómo se cura la trocanteritis: ¿rehabilitación o cirugía?

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Entre un 10 y 15% de la población -especialmente mujeres y mayores de 65 años- padecerá alguna vez en su vida una o dos trocanteritis. Aunque la palabra puede parecer un misterio, se trata de una patología que se caracteriza por la inflamación dolorosa de alguna de las bursas de la cadera.

Aunque generalmente se trate de cuadros agudos que duran pocos días, en un 10% de los casos las trocanteritis se cronifican y provocan dolor constante si no se tratan o previenen a tiempo.

La trocanteritis, también conocida como tendinosis glútea o bursitis trocantérea, es la inflamación de las bursas de la cadera, las bolsas serosas que se encuentran en algunas articulaciones para proteger los músculos y los tendones frente a protuberancias.

En la cadera existen varias: una entre el glúteo menor y el trocánter mayor (saliente lateral del fémur en la parte alta del muslo), otra entre el glúteo medio y el trocánter mayor, y la más grande e importante entre el glúteo mayor y el tendón del glúteo medio.

Asimismo, es importante conocer que la trocanteritis puede ser bilateral o solo afectar a uno de los lados y pueden producirse por varios motivos, especialmente por microtraumatismos de repetición, como la fricción constante del músculo al pasar por encima de la bolsa trocantérea durante los movimientos de flexo-extensión de la cadera.

Hay personas que tienen más probabilidades de padecer una bursitis en la cadera, como las mujeres, las personas con obesidad, los mayores de 60 años o algunos deportistas, como los porteros de fútbol o los corredores de maratón o las que pasan muchas horas sentadas. 

Su tratamiento puede ser multidisciplinar. En cuadros agudos que no dan complicaciones puede ser suficiente con tratarla con reposo y antiinflamatorios, aunque siempre es recomendable que se acompañe de terapias manuales y estiramientos.


En este caso, destaca la rehabilitación, donde se llevan a cabo terapias manuales, pueden recomendar una serie de ejercicios o estiramientos y destinados tanto a mejorar la patología como a prevenirla mejorando y fortaleciendo la musculatura de la zona.

Se debe aplicar frío en la zona así como el uso de pantalones estrechos o dormir del lado afectado.En algunos casos se recomienda la infiltración de glucocorticoides o de ondas de choque. 

En algunos casos también se puede llevar a cabo cirugía. Aunque son pocos los casos que requieren cirugía, en ocasiones puede ser necesaria si no se resuelve con tratamientos conservadores. Esto ocurre cuando la trocanteritis ha provocado daños importantes en los tejidos.
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