Persona con molestias producidas por el reflujo gastroesofágico. (Foto: Freepik)

Cómo controlar el reflujo gastroesofágico y mejorar sus síntomas

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Esta molesta enfermedad se produce cuando el contenido ácido del estómago sube hacia la garganta.

El reflujo gastroesofágico es un trastorno que provoca síntomas tan molestos como tos o inflamación que puede llevar a tener problemas para tragar además de dolor de pecho o regurgitación de la comida.

Esta enfermedad puede también llevar consecuencias de enfermedades más graves como úlceras u otras enfermedades.

Para combatir esta enfermedad se pueden usar muchos medicamentos. Sin embargo, no está de más tener en cuenta otros aspectos que nos pueden ayudar mucho para el control de los síntomas y reducir el riesgo de que las cosas “vayan a peor”, vamos a ver cómo.

Controlar el peso

Hay una relación clara entre el peso y el reflujo. Se ejerce menos presión al tener menor peso sobre el esfínter esofágico.

Por ese motivo, establecer una buena alimentación con menos grasas y azúcares permite que el estómago se vacíe de una manera más rápida. Esto hace que los alimentos tengan menos probabilidades de producir síntomas de reflujo.

Reducir el consumo de alimentos específicos

Podemos incluir en este punto el consumo de café, el tabaco, comidas picantes o bebidas carbonatadas como pueden ser la Coca Cola, Fanta, etc.

Estos alimentos aumentan la distensión gástrica y por tanto, las posibilidades de los síntomas más importantes de esta enfermedad.

Aporte equilibrado de grasas

Las grasas que encontramos en la carne reducen el tono muscular del esfínter. Esto predispone al reflujo. Encontrar tu dieta equilibrada en grasas se torna importante para poder controlar el reflujo gastroesofágico.

Los carbohidratos también afectan al esfínter por lo que se recomienda aumentar la fibra así como el consumo de frutas y verduras de forma diaria.

Ajustar las porciones

Otra de las cosas que podemos hacer es ajustar la cantidad de comida que consumimos cada vez. Si evitamos las grandes cantidades también disminuimos los efectos del reflujo en nuestro cuerpo.

Hábitos para prevenir

Además de controlar la alimentación, hay más cosas que podemos hacer para prevenir este reflujo. Uno de estos hábitos consiste en no tumbarse hasta dos o tres horas después de ingerir algún alimento.

También podemos levantar la cabecera de la cama unos 15 cm para evitar el desplazamiento del ácido por las noches. Es bueno acostumbrarte a no realizar la cena demasiado tarde, por ende, controlar las horas de todas las comidas del día es un buen hábito.

Consultar para los medicamentos

Por supuesto, estos consejos no van en contra con consultar a un especialista. Estos profesionales de la medicina te dirán qué medicamentos debes tomar así como el tratamiento a seguir en caso de que tengas este tipo de síntomas. Siempre es recomendable seguir las recomendaciones del médico.

Acudir al médico siempre es algo positivo que puedes hacer en cualquier momento, nosotros recomendamos hacerlo cuando ya sientas que esto te cambia tu forma de vida.

Te diseñará un tratamiento personalizado para que se puedan paliar los síntomas que tienes. En algún caso, incluso se puede decidir acudir a cirugía, pero todo depende de cada caso en particular.
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