Los científicos no se ponen de acuerdo con la ingesta de alcohol. (Foto: Envato)

Caos en Sanidad: ¿es bueno o no tomar una copa de vino en la comida?

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No se ponen de acuerdo. Hace muy poco, el presidente de la Sociedad Española de Cardiología, Julián Pérez-Villacastín, defendió en una entrevista a ABC que "no hay nada mejor que una copa de vino con la comida". Sin embargo, desmentía la "noticia falsa" de que el gobierno quería prohibir el vino y la cerveza.

Esta noticia se hacía eco de una creencia popular en España que dice que el vino tinto (y a veces se incluye la cerveza)  sería beneficioso para la circulación. Sin embargo, muchos profesionales de la salud han mostrado su desacuerdo con esta afirmación. 

También cabe recordar que la mayoría de organismos científicos (como la Federación Mundial del Corazón o la Sociedad Europea de Cardiología) se ha ido alejando gradualmente de esta teoría.

"A todos nos han sorprendido mucho estas declaraciones porque no nos consta que sea la posición oficial de la Sociedad Española de Cardiología. De hecho, las guías de la Sociedad Europea de Cardiología en cuanto a prevención de riesgo cardiovascular dicen claramente que no se puede recomendar el consumo de alcohol con el objetivo de prevenir ningún tipo de enfermedad", explicó Miguel Marcos Martín, médico internista en el Hospital Universitario de Salamanca.

De este modo, en la última publicada sobre enfermedades cardiovasculares, se señala que "los estudios de aleatorización mendeliana (es decir, aquellos destinados precisamente a evitar asociaciones erróneas entre factores) no apoyan los efectos aparentemente protectores contra la enfermedad cardiovascular del consumo moderado de alcohol frente a no consumirlo, sugiriendo que el menor riesgo de enfermedad cardiovascular se encuentra en abstemios y que cualquier cantidad de alcohol uniformemente aumenta la presión sanguínea y el índice de masa corporal. Estos datos desafían al concepto de que el consumo moderado de alcohol se asocie universalmente con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular".

"Yo creo que hay que ver las declaraciones en el contexto de lo que ha ocurrido, cuando se ha dicho que si se prohibía o no en los menús el vino y la cerveza, y que se ha producido una reacción que ha llegado a que incluso algunos políticos hagan declaraciones un poco fuera de la evidencia científica", indicó.

"No se entiende bien que esto pase, porque tampoco no prohibir algo quiere decir que haya que recomendarlo. Deberíamos encontrar un punto medio en el que hay que decir claramente cómo es: en este momento, no hay evidencias de que haya ningún beneficio de consumir esta bebida y sí que hay efectos secundarios. Hay que informar de esto y luego que cada persona decida libremente", explicó. 

"Yo siempre hago la comparación (salvando situaciones como la conducción o el embarazo) con los pasteles, el tocino, el bacon... son alimentos que se siguen consumiendo, que nadie plantea que se tengan que prohibir pero que nadie consume por ser alimentos saludables", señala el experto. 

"Tenemos que tender a ver el vino y las bebidas alcohólicas más en este sentido, como algo que si se toma puntualmente prácticamente no tiene efectos secundarios" (teniendo en cuenta, especifica, que según la evidencia científica disponible los riesgos del consumo de alcohol se incrementan con la dosis: "pequeñas cantidades, pequeño riesgo; grandes cantidades, gran riesgo"), comentó. 
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