El camino para la integración de personas con discapacidad intelectual

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Conceptualizar y definir el término de discapacidad intelectual límite o funcionamiento intelectual límite resulta difícil. A pesar de que el término es utilizado de manera regular por psicólogos, médicos y profesionales del ámbito educativo, no existe una definición que permita identificar a las personas con discapacidad intelectual límite. Estos días, gracias al estreno de la película Campeones, de Javier Fesser, que intenta romper estereotipos sobre la discapacidad, es un tema de máxima actualidad.



La discapacidad intelectual se refiere a trastornos que se manifiestan como dificultades significativas para la adaptación y los aprendizajes escolares. Especialmente el aprendizaje de todas aquellas áreas en las que están implicadas funciones psicológicas de razonamiento y metacognición, entendida como la capacidad de las personas para reflexionar sobre su propia forma de aprender y comprender por qué los resultados de una actividad han resultado positivos o negativos.

Las personas con inteligencia límite se caracterizan por tener un cociente intelectual situado entre 70 y 85, justo por debajo de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera dentro de la normalidad, ya que la media está entre 85 y 115. 

Dicha dificultad de aprendizaje puede llegar a estar presente desde el nacimiento o aparecer a lo largo de la vida, aunque generalmente se presenta en la infancia, en el momento en que el niño se enfrenta a los procesos de enseñanza y aprendizaje, formales e informales, escolares y no escolares, en los que impide el logro del aprendizaje.

Por todo ello se debe hacer un esfuerzo por llevar una política socialmente responsable de inclusión para favorecer el acceso de las personas con discapacidad, valorando las capacidades y las aptitudes como la superación que tienen, incluyendo asuntos como la  igualdad de oportunidades, la no discriminación y la accesibilidad universal a los valores y filosofía de las empresas.

Es importante optar por la inclusión hacia la diversidad.  Apostar por sus capacidades. Un camino que con esfuerzo y compromiso podrá mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual ligera e inteligencia límite.

Las nuevas tecnologías son una oportunidad para la integración de personas con inteligencia límite o discapacidad intelectual ligera. Por ello hay que plantear el reto de conseguir la mayor accesibilidad posible y su compatibilidad con las tecnologías de ayuda.

Asimismo, es necesario eliminar las barreras para tener acceso al entorno, transporte, instalaciones, servicios públicos, y tecnologías de la información y las comunicaciones. Esta es la primera premisa de Adisli.org, una entidad que trabaja por la socialización de las personas con discapacidad intelectual ligera o inteligencia límite. 
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