Las posibilidades de una recuperación sin tratamiento no existen. (Foto: Envato)

Afasia, la enfermedad que obligó a Bruce Willis a retirarse

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Fue esta semana cuando se conoció la noticia que el actor Bruce Willis, de 67 años, se ha visto obligado a abandonar la interpretación tras ser diagnosticado de afasia. Se trata de una enfermedad que provoca la pérdida de la capacidad de expresar o comprender el lenguaje hablado o escrito, como resultado del daño en las áreas del cerebro que controlan el lenguaje.

Cada año, en España, se producen 25.000 nuevos casos de afasia. Sus causas son variadas: ictus, traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, infecciones o demencia. Se trata de un trastorno del lenguaje caracterizado por la incapacidad o la dificultad de comunicarse mediante el habla, la escritura o la mímica.

Los síntomas principales afectan directamente a la expresión en el lenguaje. Así, los afectados pueden experimentar incapacidad a la hora de construir oraciones gramaticales y optar por frases más cortas o de pocas palabras. Por otro lado, el orden de las palabras en la oración también puede verse alterado y hablar con frases sin sentido o con palabras irreconocibles.

Existen varios tipos de afasia: 

  • Afasia expresiva o Broca: La persona que la sufre sabe lo que decir y responder, pero presenta dificultades para hallar las palabras adecuadas cuando lo escribe o lo dice.

  • Afasia receptiva o Wernicke: El paciente puede leer, escuchar y hablar con fluidez, pero las frases resultan confusas, sin coherencia y a veces están compuestas por palabras que no están relacionadas entre sí.

  • Afasia anómica: Se trata de la tipología más común. El paciente tiene dificultad para encontrar el término correcto de las cosas. Por eso, los que la sufren emplean, a menudo, expresiones compuestas por muchas palabras para expresar algo que hubiera podido decirse con una sola o muy pocas palabras.

  • Afasia global: El paciente no puede hablar, entender, leer ni escribir, a causa de una lesión cerebral extensa.

Las posibilidades de recuperarse son muy pequeñas. Los afectados requieren de una terapia del lenguaje de manera inmediata y las posibilidades de recuperarse dependerán de factores como la extensión y la ubicación del daño cerebral, la edad y el estado de salud de la persona.
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