Acabar con la migraña, los alimentos prohibidos en la dieta
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la migraña como la octava enfermedad más discapacitante. En España unos 5 millones de personas padecen esta enfermedad que va más allá de un simple dolor de cabeza. El 80% de sus pacientes son mujeres.
En algunos casos, además de un correcto tratamiento médico es clave llevar una dieta adecuada, eliminando algunos alimentos que contienen niveles altos de una sustancia llamada histamina.
Según explica la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE), "la migraña es un desorden neurológico que además de manifestarse en un dolor de cabeza intenso puede acompañarse de otros síntomas, entre ellos, vómitos, intolerancia a la luz y al sonido, problemas en la vista y otros".
Una enfermedad que repercute mucho en la calidad de vida de la mayoría de los pacientes (90%), según un reciente estudio. No obstante, es importante destacar que no hay migrañas son iguales y que existen diferentes tipos o clases.
En ocasiones, la migraña tiene mucho que ver con la alimentación. "Se ha observado que una gran mayoría de los pacientes que tienen un nivel bajo de la enzima DAO (Diamino Oxidasa) sufren migrañas", indicó la experta.
Esta enzima, la enzima DAO, es la encargada de metabolizar una sustancia llamada histamina (que actúa como hormona y como neurotransmisor con importantes funciones en nuestro organismo) que está presente en muchos alimentos que consumimos en nuestra dieta cotidiana. Cuando existe un déficit en esta enzima, la histamina no puede metabolizarse correctamente y es ahí cuando empiezan los problemas.
Además de trastornos digestivos, este déficit pueden también en algunos casos, provocar migrañas. "Y son en estos casos en los que sí podemos intervenir también a nivel nutricional", afirma de la Fuente. Esto es, uno de los factores para para mejorar la migraña (aparte de la medicación pautada y personalizada por su médico de cabecera) es hacer modificaciones en la dieta y tratar el déficit DAO.
"No se trata exactamente de una intolerancia alimentaria pero funciona como tal. Y las intolerancias se trabajan a nivel individual", señala la nutricionista. Por lo que es fundamental hacer un plan personalizado, ya que no a todos los pacientes les sentarán de igual forma los alimentos. Habrá unos que se "toleren" mejor que otros, por lo que es fundamental hacer un seguimiento y tratamiento individual.
Los alimentos que más histamina contienen -según enumera de la Fuente- son los siguientes: frutas cítricas; col fermentada y todos aquellos productos fermentados como es el yogur, los quesos curados y semicurados o aquellas salsas que tengan una base láctea, crema de leche, nata, etc. También el tofu y el tempé; las conservas de pescado, el marisco y el salmón ahumado; la clara cruda; carnes procesadas, frutos secos y cacao.
Otros alimentos con una acumulación media de histamina son -añade la experta- fresas, plátano, papaya y aguacate, tomate, mantequillas, pescado azul o productos de bollería industrial, entre otros. En cuanto a condimentos ricos en histamina estarían la salsa de soja, salsa de tomate, curry, el glutamato monosódico (un aditivo que está presente en muchos productos procesados) o el vinagre balsámico, entre otros.
En algunos casos, además de un correcto tratamiento médico es clave llevar una dieta adecuada, eliminando algunos alimentos que contienen niveles altos de una sustancia llamada histamina.
Según explica la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE), "la migraña es un desorden neurológico que además de manifestarse en un dolor de cabeza intenso puede acompañarse de otros síntomas, entre ellos, vómitos, intolerancia a la luz y al sonido, problemas en la vista y otros".
Una enfermedad que repercute mucho en la calidad de vida de la mayoría de los pacientes (90%), según un reciente estudio. No obstante, es importante destacar que no hay migrañas son iguales y que existen diferentes tipos o clases.
En ocasiones, la migraña tiene mucho que ver con la alimentación. "Se ha observado que una gran mayoría de los pacientes que tienen un nivel bajo de la enzima DAO (Diamino Oxidasa) sufren migrañas", indicó la experta.
Esta enzima, la enzima DAO, es la encargada de metabolizar una sustancia llamada histamina (que actúa como hormona y como neurotransmisor con importantes funciones en nuestro organismo) que está presente en muchos alimentos que consumimos en nuestra dieta cotidiana. Cuando existe un déficit en esta enzima, la histamina no puede metabolizarse correctamente y es ahí cuando empiezan los problemas.
Además de trastornos digestivos, este déficit pueden también en algunos casos, provocar migrañas. "Y son en estos casos en los que sí podemos intervenir también a nivel nutricional", afirma de la Fuente. Esto es, uno de los factores para para mejorar la migraña (aparte de la medicación pautada y personalizada por su médico de cabecera) es hacer modificaciones en la dieta y tratar el déficit DAO.
"No se trata exactamente de una intolerancia alimentaria pero funciona como tal. Y las intolerancias se trabajan a nivel individual", señala la nutricionista. Por lo que es fundamental hacer un plan personalizado, ya que no a todos los pacientes les sentarán de igual forma los alimentos. Habrá unos que se "toleren" mejor que otros, por lo que es fundamental hacer un seguimiento y tratamiento individual.
Los alimentos que más histamina contienen -según enumera de la Fuente- son los siguientes: frutas cítricas; col fermentada y todos aquellos productos fermentados como es el yogur, los quesos curados y semicurados o aquellas salsas que tengan una base láctea, crema de leche, nata, etc. También el tofu y el tempé; las conservas de pescado, el marisco y el salmón ahumado; la clara cruda; carnes procesadas, frutos secos y cacao.
Otros alimentos con una acumulación media de histamina son -añade la experta- fresas, plátano, papaya y aguacate, tomate, mantequillas, pescado azul o productos de bollería industrial, entre otros. En cuanto a condimentos ricos en histamina estarían la salsa de soja, salsa de tomate, curry, el glutamato monosódico (un aditivo que está presente en muchos productos procesados) o el vinagre balsámico, entre otros.
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