El rábano es un gran aliado para curar enfermedades. (Foto: Envato)

Este alimento puede curar múltiples enfermedades y no lo sabíamos

Compartir en:
El rábano es una planta de la familia Brassicaceae cuyas raíces son las responsables de su formación. Aunque no es una de las hortalizas más populares en España, cuenta con numerosas propiedades beneficiosas.

Es bajo en calorías y carbohidratos, compuesto en su mayoría por agua (casi un 90%), rico en fibra y destaca por su contenido de vitamina C, que nos ayuda a protegernos de resfriados, virus y bacterias.

Según la Fundación Española de Nutrición, el rábano (raphanus savitus) ayuda a prevenir el cáncer debido a su alto contenido de antioxidantes y variedad de vitaminas. Además, es beneficioso para el sistema digestivo, respiratorio y promueve la salud de la piel al facilitar la síntesis de colágeno, una proteína que contribuye a mantener una apariencia saludable.

Sin embargo, ¿es recomendable consumir rábanos diariamente? Estas raíces contienen antioxidantes y diversas vitaminas, como la C, A y B, así como minerales como fósforo, calcio, hierro, yodo, magnesio y zinc, según la tabla nutricional del Ministerio de Agricultura.

También se recomienda su consumo para ayudar a reducir la mucosidad durante un resfriado o gripe, ya que contribuye a la expectoración y despeja las vías respiratorias. Además, su alto contenido de fibra ayuda a saciar el hambre sin aportar muchas calorías.

Es importante tener en cuenta que nunca se debe abusar de un alimento y los nutricionistas siempre recomiendan mantener una dieta equilibrada.

Aunque el rábano y otras verduras son beneficiosas para la salud, es necesario considerar las necesidades individuales de cada persona.

Debido a su alto contenido de agua, el rábano también posee propiedades diuréticas, estimulando la producción de orina y ayudando a limpiar los riñones al eliminar toxinas. Sin embargo, un consumo excesivo puede llevar a la deshidratación.

Por otro lado, las mujeres embarazadas deben evitar el consumo de rábanos crudos, ya que el germen puede contener bacterias perjudiciales si no se lava correctamente. En este caso, se recomienda cocinar el germen para eliminar posibles sustancias nocivas, según indica la revista especializada Mayo Clinic.
Compartir en: