Dar un paseo después de ingerir alimento, el tratamiento para controlar la diabetes

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Siempre se ha dicho que la práctica de ejercicio físico es algo potencialmente bueno para el organismo.  Sin embargo, hay momentos del día en que la actividad física es perjudicial. Es el caso, por ejemplo, del ejercicio después de la comida, dado que podría entorpecer con la digestión.

Ahora,  según muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Otago en Dunedin (Nueva Zelanda), es recomendable que las personas con diabetes tipo 2 paseen minutos tras cada comida (desayuno, comida y cena) para, así, reducir sus niveles de azúcar en sangre.

"Nuestro trabajo muestra que, comparados frente a aquellos que realizaron un paseo en cualquier momento del día, los participantes que pasearon justo después de cada comida experimentaron una reducción promedio del 12% de sus niveles de glucosa postprandial", explicó Andrew Reynolds, director de esta investigación.

La recomendación de ejercicio físico para las personas con diabetes tipo 2 es la misma que la establecida para el resto de la población: practicar todos los días 30 minutos de ejercicio físico de intensidad moderada, como sería por ejemplo caminar. Un consejo que, sin embargo, no especifica cuál es el mejor momento para realizar estos paseos.

Los resultados constataron los efectos positivos asociados a las cenas paseadas. Como indica Andrew Reynolds, "la mayoría del beneficio derivó de la disminución, altamente significativa, del 22% en los niveles de azúcar en sangre cuando el paseo se llevó a cabo tras las cenas, que fueron las comidas con mayor cantidad de carbohidratos".

En definitiva, pasear tras cada desayuno, comida y, sobre todo, cena, ayuda a mejorar los niveles de glucosa postprandial en la diabetes tipo 2. "La glucosa postprandial está considerada un objetivo importante en el manejo de la diabetes tipo 2 dada su contribución independiente al control del azúcar en sangre y al riesgo cardiovascular", explicó el experto. 

"La actividad física postprandial puede evitar la necesidad de aumentar la dosis total de insulina o las inyecciones de insulina adicionales que pueden haber sido prescritas para bajar los niveles de azúcar en sangre tras las comidas. Un aumento de la dosis de insulina puede asociarse con una ganancia de peso en los pacientes con diabetes tipo dos, muchos de los cuales ya presentan sobrepeso u obesidad", comentó el autor. 


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